Dave Shapiro, un innovador ejecutivo musical en las escenas del heavy metal y el hard rock, falleció en un accidente de avión en San Diego. Tenía 42 años.

Shapiro tenía licencia de piloto y figuraba como propietario del avión que se estrelló, según la Administración Federal de Aviación (FAA). La agencia musical Sound Talent Group confirmó que Shapiro murió en el accidente ocurrido la mañana del jueves, junto a dos de sus empleados.

“Estamos devastados por la pérdida de nuestro cofundador, colegas y amigos”, expresó la agencia en un comunicado.

Shapiro cofundó Sound Talent Group en 2018 junto a Tim Borror y Matt Andersen. El catálogo de la agencia se centra en bandas alternativas de géneros como pop-punk, metalcore, post-hardcore y otras variantes populares del hard rock. Algunos de sus clientes han sido Hanson, Pierce The Veil, Parkway Drive, Sum 41 y Vanessa Carlton.

Firme defensor de los músicos independientes, Shapiro también fue cofundador de la National Independent Talent Organization. En 2012, fue incluido en la lista “30 menores de 30” de Billboard, que destaca a jóvenes promesas del entretenimiento. Veteranos de la industria lo reconocen como un pionero que abrió camino para la formación de otras agencias independientes y ayudó a muchas bandas alternativas a encontrar espacio en el mercado mainstream.

“Encontrar algo que amas hacer solo te impulsa a hacerlo mejor, porque realmente te importa. No lo haces solo por el cheque; no es un trabajo de 9 a 5”, dijo Shapiro en un pódcast de la industria musical en 2021. “Esto es parte de vivir tu vida si realmente lo amas”.

Shapiro creció en el norte del estado de Nueva York, dentro de la escena hardcore straightedge, una subcultura que promueve la abstinencia de drogas y alcohol en respuesta al punk convencional.

En la escuela secundaria formó una banda con sus amigos y firmaron contrato con Victory Records justo al graduarse. Giras posteriores le permitieron establecer conexiones en la industria musical que lo ayudarían a dar el salto al ámbito empresarial.

Shapiro contó que quedó enganchado a la aviación tras su primer vuelo de iniciación a los 22 años. Amaba la música y volar con igual pasión; incluso llegó a abrir una oficina de su agencia dentro de un hangar en San Diego.

“Volar me ayuda a concentrarme y a no distraerme con toda la locura del mundo; lo que pase fuera del avión no importa en esos momentos”, dijo en una entrevista en 2020.

También era propietario de una escuela de aviación llamada Velocity Aviation y de un sello discográfico, Velocity Records.

Ofrecía vuelos tanto en San Diego como en Homer, Alaska, donde él y su esposa, Julia Pawlik Shapiro, tenían una casa, según publicaciones en redes.

Shapiro se casó con Julia en 2016 en el pequeño pueblo de Talkeetna, Alaska. Recogieron su licencia de matrimonio, abordaron un avión y volaron hasta un glaciar dentro del Parque Nacional Denali, aterrizando con esquís instalados en el tren de aterrizaje.

“Cuando conocí a Dave, conectamos de inmediato por los estilos de vida poco convencionales que llevábamos y por nuestra constante necesidad de aventura”, escribió ella en una publicación de blog.

En 2019, Shapiro publicó en Instagram que había obtenido su certificación de piloto de transporte de línea aérea, el más alto nivel de licencia en Estados Unidos.

“Aunque tengo una carrera y no planeo cambiarla, siempre quiero aprender más y ser mejor piloto”, escribió. También era un amante de la adrenalina que practicaba base-jumping.

El jueves, músicos y figuras de la industria rindieron tributo a Shapiro, recordándolo como una persona cálida, genuina y que ayudó a bandas poco conocidas a ganar notoriedad.

“Escuchaba a cualquier banda que le pusieras al frente para darles una oportunidad”, dijo Dayna Ghiraldi-Travers, fundadora de la agencia de relaciones públicas Big Picture Media, quien trabajó con Shapiro por más de 15 años.

Nate Blasdell, exguitarrista principal de la banda I Set My Friends on Fire, expresó estar “absolutamente devastado”.

“Dave fue el primer agente de booking con el que trabajé, y fue una parte crucial de mi carrera musical en mi adolescencia”, escribió en X. “Era, sin duda, el mejor en lo que hacía y una de las personas más respetadas en la industria”.

Deryck Whibley, vocalista de Sum 41, agradeció a Shapiro por haber ayudado a reconstruir la banda durante una etapa difícil de su carrera.

“Su opinión era muy importante para mí”, dijo Whibley. “Era la persona a la que acudía por consejo”.

En su última conversación, Shapiro voló en su nuevo avión para asistir a la ceremonia de ingreso de Sum 41 al Salón de la Fama de la Música Canadiense en marzo.

“Me dijo: ‘Mi esposa y yo vamos a volar hasta donde tú estés. Te vamos a recoger y vamos a ir a algún lugar loco a almorzar’”, relató Whibley.