Washington - El Tribunal Supremo de Estados Unidos falló el jueves a favor de Rubén Gutiérrez, un confinado en el corredor de la muerte de Texas, que busca pruebas de ácido desoxirribonucleico (ADN, en inglés) para demostrar que no debería ser ejecutado.

La decisión 6-3 a favor de Gutiérrez le da un camino potencial para que se analicen pruebas que, según sus abogados, ayudarían a demostrar que no fue responsable del apuñalamiento fatal de una mujer de 85 años durante un robo domiciliario hace décadas.

Sus abogados han dicho que no había evidencia física o forense que lo conectara con el asesinato y que no fue un participante importante en el crimen. Otras dos personas también fueron acusadas en el caso.

Los abogados de Gutierrez argumentaron que su caso era similar al de Rodney Reed, otro reo en el corredor de la muerte en Texas que también ganó una ronda en el Tribunal Supremo en su lucha por las pruebas de ADN que, según él, demostrarían que es inocente de asesinato.

En julio, el alto tribunal le concedió a Gutierrez una suspensión de la ejecución 20 minutos antes de que recibiera una inyección letal.

Gutiérrez fue sentenciado a muerte por el asesinato en 1998 de Escolástica Harrison en su casa en Brownsville, en el extremo sur de Texas. Los fiscales dijeron que el asesinato de la administradora de un parque de casas móviles y maestra jubilada formaba parte de un intento de robar más de $600,000 que había escondido en su casa debido a su desconfianza en los bancos.

Gutiérrez tuvo varias fechas de ejecución anteriores en los últimos años que se retrasaron, incluso por problemas relacionados con tener un asesor espiritual en la cámara de la muerte. En junio de 2020, Gutierrez estuvo a aproximadamente una hora de la ejecución cuando recibió una suspensión del Tribunal Supremo.