Aunque reconocen que la Guardia Nacional se ha dedicado a recoger, con regularidad, las gomas usadas o desechadas a través de toda la isla, los gomeros temen que la acumulación de neumáticos vuelva a ser un dolor cabeza al cabo de unos meses porque aún el gobierno no cumple con esa tarea de manera sistemática pese a que administra un fondo para esos fines.