A días de haber alcanzado un acuerdo con LUMA Energy para entregarle su estimado de los ingresos que necesitará en los siguientes tres años fiscales, la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) pidió una prórroga que provocó un nuevo regaño del oficial examinador designado por el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) para administrar el procedimiento de revisión tarifaria del sistema eléctrico.

Conforme a la orden que el oficial examinador Scott Hempling emitió el jueves, la AEE solicitó el día antes que se le concediera hasta el 30 de junio para someter los datos a LUMA. Como operador del sistema, LUMA tiene la responsabilidad de entregar, el 3 de julio, una propuesta consolidada que incorpore los requisitos de ingresos propios, de Genera PR y de la AEE.

A partir de los recaudos que el sistema eléctrico requiera, el NEPR determinará cuál será nueva la tarifa base, que no se revisa desde 2017.

En respuesta a la AEE, Hempling otorgó la prórroga de cinco días, no sin antes fustigar nuevamente a la corporación pública y poner en duda si “es capaz de cumplir sus funciones estatutarias”.

“Una parte que ‘solicita respetuosamente’ una extensión luego de que un plazo ha vencido no está solicitando respetuosamente; está exigiendo. Accedo a la exigencia, de manera oximorónica, no porque sea merecida, sino porque no tengo alternativa”, puntualizó Hempling.

En su moción, la AEE había planteado que hacía la solicitud “con plena consciencia de la importación de la solicitud tarifaria para el interés público” y que su análisis se concentra “particularmente en las obligaciones de pensiones”.

“El pequeño grupo de empleados de la AEE y sus consultores externos están atendiendo simultáneamente varias tareas críticas y sensitivas. Incluso con esfuerzos extraordinarios, el nivel de personal ha hecho humanamente imposible completar el análisis de requisitos de ingresos con el grado de diligencia que el NEPR –y el público– correctamente espera”, abundó la corporación pública.

En un principio, LUMA había pedido a la AEE que entregara su estimado de fondos necesarios para abril, pero, más temprano este mes, la corporación pública insistió en que tendría el dato listo para el 25 de junio. La semana pasada, ambas partes acordaron que la entrega se materializara en esa fecha, aunque, ante la dilación, LUMA advirtió –y Hempling aceptó– que, en su propuesta del 3 de julio, sometería al NEPR un requisito de ingresos genérico para la AEE, aplicando un ajuste por inflación que posteriormente se ajustaría a partir del estimado real.

Como parte de su moción del miércoles, la AEE pidió también que la propuesta de ingresos que LUMA debe entregar se aplazara hasta el 7 de julio, lo que Hempling rechazó.

“La AEE alude a las presiones que ha enfrentado en las pasadas semanas, pero no nos dice nada de los pasados seis meses, los meses, desde diciembre de 2024, cuando se hizo evidente que habría un caso tarifario en 2025. La conducta de la AEE y sus excusas me recuerdan a un juego de pequeñas ligas hace 60 años. Estaba jugando el jardín derecho y un batazo pasó por encima de mi cabeza, corrí hacia atrás y realicé una atrapada espectacular. Todos aplaudieron. En la entrada siguiente, cuando me preparaba para batear, le pregunté a mi padre, ‘¿qué te pareció la jugada?’ y me respondió: ‘debiste arrancar antes’”, plasmó el oficial examinador, quien previamente ha catalogado como “basura” las persistentes diferencias entre la corporación pública y LUMA.

“La AEE debió haber arrancado antes. Todos los que observan esta situación –este oficial examinador, los consultores del NEPR, los comisionados, los bonistas, los abonados, el público, la Junta de Supervisión Fiscal, la Legislatura, la gobernadora, la Autoridad para las Alianzas Público Privadas, la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal, todos– tienen que estar pensando si la AEE es capaz de cumplir sus funciones estatutarias. Para mí, ese pensamiento se ha tornado en preocupación”, puntualizó.