Para el zar de Energía y director de la Autoridad para las Alianzas Público Privadas (AAPP), Josué Colón, la “exclusividad” que tiene New Fortress Energy (NFE) a largo plazo sobre el manejo del terminal de gas natural en la bahía de San Juan limita las opciones del gobierno para el suplido del combustible, pese a los reportes especializados que apuntan a que las condiciones financieras del conglomerado lo acercan cada día más a una declaración de bancarrota.

“Tenemos que trabajar con realidades, y la realidad que tiene esta administración es que administraciones previas le otorgaron un contrato de exclusividad en el terminal del norte, localizado al lado de la central San Juan. Es una realidad que esta administración tiene que manejar. Por lo tanto, (el criterio) es más allá de simplemente si New Fortress tiene o no la capacidad, (sino) que los contratos vigentes limitan en gran medida las posibilidades o alternativas que tenemos”, esbozó Colón.

La AAPP, por medio de una firma externa, supervisa una solicitud de propuestas (RFP, en inglés) para el suplido de gas natural a largo plazo a instalaciones de generación alrededor de la isla que utilizan al presente ese combustible o donde se podrían autorizar conversiones a futuro. Este diario supo que NFE fue la única empresa que presentó una oferta dirigida a suministrar gas a todas las plantas en consideración, al tiempo que Crowley –que el miércoles estrenó el buque American Energy, destinado al mercado puertorriqueño– solo licitó con miras a suplir combustible a la estación de generación de Mayagüez.

Las negociaciones del RFP, publicado en abril, debían concluir el 23 de junio, pero el propio Colón reconoció la semana pasada que, con toda probabilidad, sería necesario extender el contrato vigente de suplido con NFEnergía –una subsidiaria de NFE– para evitar algún disloque en la disponibilidad de gas natural.

Tan reciente como el domingo, sin embargo, Seeking Alpha, un portal especializado en inversiones, reportó que NFE se estaba “acercando a la bancarrota”, apenas unos días después que el medio Bloomberg informara que acreedores del conglomerado se estaban organizando ante el volumen de obligaciones acumuladas por la empresa y la perspectiva negativa de las finanzas otorgada por casas acreditadoras.

Ante un pedido de comentarios de El Nuevo Día, NFE –que también es la matriz de Genera PR, administrador de la flota de generación de Puerto Rico– indicó el miércoles que no emitiría comentarios.

Colón recalcó que la AAPP ha realizado múltiples requerimientos de información a Genera PR sobre las finanzas de su matriz y que, a la fecha, la empresa ha insistido en que podrá cumplir con sus obligaciones contractuales. En el caso de Genera, la insolvencia de la empresa o su matriz es una de las causas para la cancelación automática del contrato.

Con relación al RFP para el suministro de combustible, el zar de Energía aseguró que el escenario financiero de NFE es un elemento que se incorpora al análisis, pero reiteró que el control que la empresa ejerce sobre el terminal restringe las alternativas del gobierno.

“No me gusta usar la palabra ‘imposible’, pero es poco probable. (…) Con el escenario que hay ahora, estamos atendiendo las necesidades de combustible con lo que tenemos, y lo que tenemos es que, en el área de San Juan, por los contratos prevalecientes que no son de esta administración, tenemos unas limitaciones de quién puede o no suplir combustible de manera confiable a esas unidades”, indicó Colón en un aparte con medios, durante un evento en el Centro de Convenciones el martes.

Además del contrato que vence el 23 de junio –que cubre varias unidades de emergencia en las centrales de San Juan y Palo Seco (Toa Baja)–, NFE mantiene otro acuerdo para suplir gas natural a las unidades #5 y #6 de la central San Juan, que expira en 2026. Mientras, el contrato de alquiler que suscribió, en 2018, con la Autoridad de los Puertos para la construcción y operación del terminal de gas natural se extiende hasta 2038.

Mediante el RFP de combustible, el gobierno pretende otorgar uno o varios contratos a cinco o 10 años, con una posible extensión de cinco años adicionales. Además de la central San Juan, las instalaciones de generación que estarían cubiertas incluyen a Palo Seco, Cambalache (Arecibo), Aguirre (Salinas), Yabucoa y Daguao (Ceiba).

“Si tiras una oferta de contratación y nadie contesta bajo los términos (dispuestos), entonces no es que se cancela (el RFP), simplemente no rindió frutos, y eso es lo que ocurriría. Eso, obviamente, sigue siendo una alternativa en este y en cualquier proceso de competencia”, señaló Colón.