“De los pueblos antillanos, yo defiendo a mis hermanos”. “En Borinquen, es bienvenida toda América Latina”. “Nuestros barrios y barriadas hoy rechazan sus redadas”.

Esas fueron algunas de las consignas que cientos de personas corearon este sábado mientras marchaban, entre las calles de La Fortaleza y del Cristo, en el Viejo San Juan, en rechazo a las deportaciones masivas que impactan a las comunidades inmigrantes en el archipiélago.

“El inmigrante es una herramienta poderosa en la cultura, en la educación, en el deporte, en la agricultura, en todo. No se sostiene una nación sin el apoyo de nosotros los inmigrantes. Es inhumano, inhumano lo que está ocurriendo. Toda la vida ha habido inmigración en el mundo entero”, verbalizó Mery Dacosta, presidenta del Concilio de Organizaciones Dominicanas en Puerto Rico, durante la manifestación “Puerto Rico es tierra de migrantes”.

El evento se dio simultáneamente a las demostraciones en más 2,000 ciudades, en Estados Unidos, bajo el lema “No Kings”. Estas protestas contra las políticas del presidente Donald Trump se dieron, a su vez, justo día que el mandatario cumplió 79 años.

Aunque la solidaridad caribeña con las comunidades migrantes ha sido palpable desde que iniciaron las redadas, el llamado “cruce de la resistencia” fue testigo de la unidad entre personas puertorriqueñas, inmigrantes de diversas nacionalidades y hasta turistas.

“Aquí, convergen muchas, muchas nacionalidades que también están siendo víctimas de la redadas criminales, racistas e injustas que se están cometiendo. Sabemos que esto es una de tantas (manifestaciones) que van a seguir y estamos sumamente agradecidos de la solidaridad, del apoyo de la comunidad puertorriqueña hacia la situación que está viviendo la comunidad migrante. La solidaridad ha sido invaluable”, comentó, por su parte, Romelinda Grullón, directora del Centro de la Mujer Dominicana.

La manifestación fue convocada por el Frente Unido contra las Políticas Migratorias de Donald Trump, que une a diversas organizaciones políticas, sociales, profesionales, de derechos humanos y de base de fe.

El reclamo principal fue es claro: el cese de cualquier colaboración de las agencias del gobierno de Puerto Rico para que el gobierno federal implante su política migratoria.

“Que cese de inmediato, que podamos ayudar a nuestra comunidad de inmigrantes en Puerto Rico para que no sientan el miedo que están sintiendo, que no se atreven ni salir a la calle, que no se atreven a llevar a sus niños a la escuela, que no se atreven a recibir servicios médicos”, expresó, en tanto, la licenciada Vivian Godineaux Villaronga, presidenta del Colegio de Abogados y Abogadas.

Recordó que el gobierno tiene la “prerrogativa de ir a los tribunales para poder defender a las personas” y de impugnar los requerimientos de información que están emitiendo las agencias de inmigración, como lo han hecho otras jurisdicciones de Estados Unidos.

En los pasados días, el gobierno local confirmó que el Departamento de Transportación y Obras Públicas entregó, desde el 29 de enero, los datos de 6,000 inmigrantes al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés). También, se conoce de peticiones de información a otras agencias, como el Departamento de la Familia.

“Como inmigrante argentina, llevo 25 años en este país, nunca había visto tanta cooperación y tan poca firmeza por parte del gobierno local, que a cambio de tres monedas está dispuesto a entregar a nuestros hermanos y nuestras hermanas migrantes”, dijo la abogada Mariana Iriarte Mastronardo, quien instó no solo al cese, sino a que el gobierno “repare de manera inmediata el daño que ha ocasionado”.

Del 1 de enero al 7 de junio, ICE había arrestado a 568 inmigrantes sin estatus migratorio definido en Puerto Rico, entre ellos, 421 dominicanos. El 85% de estos arrestos son administrativos por violaciones a las leyes de inmigración, por lo que no había expediente criminal previo.

Solo del 28 de mayo al 7 de junio –11 días–, se arrestó a 83 inmigrantes indocumentados en la isla, de los cuales 62 son dominicanos.