El candidato presidencial de Colombia, Miguel Uribe, ofrecia una charla sobre la tenencia de armas, en un evento de campaña en el barrio Modelia, en el occidente de Bogotá, cuando recibió múltiples impactos de bala.

“Cuando fui secretario de Gobierno, hace unos años, pensaba que prohibir el porte de armas ayudaba. Pero ahora, ¿quiénes son los que tienen armas? Los bandidos. Conclusión: vamos a ser muy estrictos con los salvoconductos, pero sí creo que el colombiano de bien que quiera portar un arma, podría hacerlo”, dijo ante varias decenas de personas reunidas en el parque de la carrera 82 con calle 22 bis, minutos antes del atentado.

También habló sobre la política pública para personas en situación de discapacidad y salud mental. Aún con el micrófono en la mano, recibió —según la información preliminar— seis disparos, dos de ellos lo habrían impactado en la cabeza.

Helio Salamanca, administrador de un local comercial de la zona, aseguró que escuchó entre seis y ocho detonaciones.

“A una persona que supuestamente disparó, un hombre con rastas, los escoltas le respondieron. Esto no es nada nuevo en el sector: esta misma mañana, en esa misma esquina, hubo un robo”, dijo.

Precisamente, hubo un cruce de tiros producto de la reacción de los escoltas del actual congresista, lo que atemorizó a los ciudadanos, que corrieron y se dispersaron. Casi al mismo tiempo, Miguel Uribe cayó. Su anillo de seguridad lo socorrió y fue trasladado de inmediato a la Clínica Medicentro.

A las 6:30 de la tarde se celebró una misa justo frente al lugar donde ocurrió el atentado. La zona está acordonada y el director de la Policía, general Carlos Triana, llegó al sitio para hacer el reporte. También se reportó la llegada de un carro antiexplosivos.

Hernán Quiñónez, simpatizante del candidato y asistente al evento, le contó a El Tiempo que había unas 300 personas cuando “una mujer llegó a insultar a Uribe, con palabras soeces relacionadas con el ‘petrismo’. Dos minutos después, mientras Miguel Uribe hablaba con ella y le pedía que se calmara porque ‘la voz se iba a escuchar el 7 de agosto de 2026’, sonaron seis o siete disparos”.

Según su versión, el atacante llegó por detrás del parque e intentó escapar por la misma vía hasta que fue alcanzado por los disparos del esquema que protegía al senador del Centro Democrático.

También se reportó otra mujer herida.

Varios transeúntes señalaron que el esquema de seguridad era débil y que el despliegue policial no cubría adecuadamente el costado posterior del parque.

Más de una hora después del ataque sicarial, el primer oficial de alto mando en llegar al lugar fue el director de la Policía, general Carlos Fernando Triana, quien, antes de ingresar a la zona acordonada, recibió un informe de los agentes que atendieron la emergencia.

Varios de sus hombres, adscritos a la Policía Judicial, tomaron declaraciones a quienes presenciaron los hechos para asegurar sus testimonios en la investigación que ya asumió la Fiscalía General.

Precisamente, hacia las 7:00 de la noche, llegó al sitio la fiscal Daisy Jaramillo, tercera en la línea de mando del ente acusador. Jaramillo, quien tiene bajo su dirección a todos los fiscales del país, se reunió con el general Triana para intercambiar información.

En el suelo, aún se ven volantes de la campaña con la cara del candidato.