A través de un súper PAC, las compañías e individuos pueden financiar campañas electorales de forma ilimitada o sin tope, acorde a una decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos.
A través de un súper PAC, las compañías e individuos pueden financiar campañas electorales de forma ilimitada o sin tope, acorde a una decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos. (Dennis M. Rivera Pichardo)

Cuatro personas vinculadas al quehacer político del país reaccionaron ayer con reservas y críticas al anuncio de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA, en inglés) de que un grupo de dueños de empresas creará un comité de gastos independientes para apoyar a los candidatos con posturas neoliberales.

Este tipo de comité, conocido como súper PAC (en inglés), permite que las compañías e individuos financien campañas electorales de forma ilimitada o sin tope, acorde a una decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos en el caso Citizens United v. la Comisión Federal de Elecciones.

El expresidente del Senado por el Partido Nuevo Progresista (PNP) Kenneth McClintock dijo que, aunque siempre ha pensado que el sector privado se debe organizar mejor en torno al financiamiento de campañas electorales de candidatos que comulguen con las políticas de privatización, desregulación, facilitación del proceso para hacer negocios y otras del libre mercado, tiene sus reservas con que este mecanismo sea el apropiado.

McClintock observó que hay muchas formas para apoyar a los candidatos de su preferencia, entre ellas, los donativos individuales, organizar eventos políticos de recaudación, promover donativos coordinados y crear un comité de acción política (PAC, en inglés). “Escogieron el mecanismo más controversial”, analizó el también cabildero profesional, en cuanto a que este organismo hace campañas electorales independientes, de forma no coordinada a los candidatos.

“Si yo estuviera corriendo para senador, no estoy seguro de que quiero una campaña a favor que no esté diseñada por mí, porque yo me conozco mejor que nadie y conozco a mi electorado mejor que nadie, porque tengo encuestas y hago las campañas casa por casa”, indicó sobre el posible efecto adverso que pudiera tener.

Por su parte, el expresidente de la Asociación de Economistas Heriberto Martínez indicó que falta precisión en la propuesta del grupo. “Ellos tienen que definir el concepto de libre mercado. Se puede confundir ese concepto con (eliminar) las regulaciones que existen en una economía. Las regulaciones van desde el control de calidad hasta la negociación colectiva de los trabajadores, la colegiación o el requerimiento de licencias a profesionales y derechos laborales, como por ejemplo la licencia de maternidad”, indicó quien dirige la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Representantes bajo el Partido Popular Democrático (PPD).

A preguntas de El Nuevo Día, el director de MIDA, Manuel Reyes, contestó que las posturas políticas que estarán apoyando las definirá un comité asesor con representación de los distintos sectores económicos. “Todavía se están definiendo los detalles, pero preliminarmente las propuestas deben ser horizontales, que beneficien a todos o la mayoría de sectores, y enfocadas en desarrollo económico”, dijo por escrito.

Reyes había mencionado que, entre las personas que apoyan el súper PAC, están Rafael Rojo, del sector de la construcción; Eduardo Marxuach, de los supermercados Econo; Alejandro Ballester, de Ballester Hermanos; Vicente Suárez, de V. Suárez & Co.; Mario Somoza, de B. Fernández, y Luis Silva, de Ponce Caribbean.

En reacción a este anuncio, dos dirigentes de partidos alineados tradicionalmente con la izquierda política dijeron que su expectativa es que este grupo continúe cabildeando a favor de políticas de austeridad, pero ahora con más recursos.

“Son básicamente cabilderos en contra de los derechos de trabajadores y trabajadoras, que es la experiencia que hemos tenido en el Senado con estos grupos”, comentó la vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago, quien agregó que, aunque es incierto el efecto que tenga este súper PAC, “ciertamente, le va a dar más recursos a las personas que promuevan las políticas a fines a sus intereses”.

El coordinador del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Manuel Natal, consideró, por su parte, que la organización del sector industrial y comercial para financiar campañas se puede deber a que “movimientos como MVC, que tienen agenda clara a favor de derechos de trabajadores y trabajadoras, podamos llegar al poder y convertir en ley la justicia salarial”.

De hecho, algunos gremios, como el Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores (SPT) y el Sindicato Internacional de Trabajadores de América del Norte (LiUNA, en inglés), tienen súper PAC registrados a su nombre, para oponerse a políticos que no favorecen la organización colectiva o apoyar los que sí lo hacen.

Sobre esta comparación, Natal dijo que la capacidad económica de los sindicatos jamás sería equiparable a la de los dueños de empresas. “Al igual que la relación obrero-patronal, que es muy desigual a favor del patrono, lo mismo ha ocurrido en el financiamiento de campañas. Quienes tienen mucho dinero se han adueñado del proceso político. Estas organizaciones históricamente han favorecido a partidos que representan políticas de austeridad”, comentó.

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