Familiares y allegados lamentaron la muerte del turista asesinado en un tiroteo reportado en la madrugada de este domingo en la barriada La Perla del Viejo San Juan.

Kevin Mares, de 25 años y residente del condado de Queens, Nueva York, recibió un disparo en el abdomen que le cobró la vida mientras se encontraba en medio de una multitud frente a un negocio.

“Estoy devastada. No lo puedo creer. Estoy en negación”, expresó la novia de Mares, Angy Argüello, de 24 años, en entrevista con el diario New York Daily News.

El periódico también entrevistó a la madre del joven, Sandra Mares, quien destacó que su hijo era dedicado y trabajador. Laboraba como técnico veterinario en Long Island mientras continuaba con los estudios en ese campo. Viajó a Puerto Rico para asistir a un concierto de Bad Bunny, de quien era fanático.

“Era un chico adorable”, expresó Sandra Mares, entre lágrimas, en entrevista con Daily News. “Adoraba su familia tanto. Siempre estaba aquí con nosotros. Algunas veces nos cocinaba porque le encantaba cocinar. Usaba el jardín. Tenía un jardín aquí”.

Recordó que también le gustaba cantar, acompañado de su hermano en la guitarra.

“Algunas veces todos hacíamos eso en los fines de semana. Nos reuníamos y entonces mi hijo mayor cantaba y el menor tocaba la guitarra eléctrica para nosotros”, contó Sandra Mares. “Le gusta la comida mexicana porque somos de México. Y, por su puesto, el reguetón, Bad Bunny”.

Asimismo, Sandra Mares indicó que su hijo le había comentado que tenía planes de proponerle matrimonio a su novia en el otoño, lo que Argüello desconocía.

“Estaba esperando por él”, dijo Argüello, entre lágrimas en la entrevista con el periódico neoyorquino. “Por su puesto que hubiera (dicho que sí)”.

“Cada vez que entraba a un lugar, lo iluminaba. Y honestamente él era una persona genuina y confiable. Cualquier problema que tenía, él siempre me apoyaba”, agregó.

La joven relató que, en la noche del sábado, habían asistido a actividades relacionadas con la residencia de conciertos de Bad Bunny, mientras que tenían planes de ir a la presentación en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot en la noche de este domingo.

Según Aegüello, estaba tan cansada en la noche del sábado que decidió quedarse en el hotel y su novio expresó interés de salir con las otras amistades que les acompañaban.

“Por favor, cuídate”, le dijo Argüello, antes de que se fuera.

De acuerdo con la Policía, un tiroteo se desató en medio de la multitud de personas que estaban frente a un negocio en La Perla, donde resultaron heridas otras dos personas. Fueron identificados como una mujer de 45 años y un hombre de 46 años, quienes son hermanos y residentes de La Perla.

Aunque todavía no descartan nada, una de las teorías de la Policía es que Mares no era el objetivo del ataque, sino que después de algún tipo de altercado en el lugar se desató la balacera que lo habría alcanzado como víctima no vinculada al móvil.

“Preliminarmente fue una discusión que no tiene nada que ver con este turista, que surge frente a este negocio en La Perla”, indicó el sargento Arnaldo Ruiz, de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de San Juan.

Una amiga de la familia, Claudia Sáenz, dijo al Daily News que “ellos estaban parados en el lugar equivocado en el momento equivocado”.

De acuerdo con Argüello, un primo de su novio lo vio colapsar después de ser baleado.

“Lo vio salir del bar casi sin fuerzas, y luego se desplomó”, dijo Argüello. “Salió a ver qué pasaba, porque no sabía qué pasaba. Y fue entonces cuando notó la sangre”.

El joven recibió ayuda para salir de La Perla, hasta la calle Norzagaray, donde fue atendido por paramédicos que trataron de salvarle la vida, pero falleció de camino al Centro Médico de Río Piedras.

Mientras continúa la pesquisa, la familia de Mares ha comenzado los trámites para el traslado de su cuerpo de regreso a Nueva York.

Debido a los gastos que implica, la familia abrió una campaña de recaudación de fondos a través de la plataforma de Gofundme.

“Kevin Mares fue un hijo muy querido, un amigo fiel y una fuente de inspiración para todos los que lo conocieron. Su bondad incondicional, su espíritu aventurero y su inquebrantable compromiso con la familia lo convirtieron en un pilar de fortaleza para sus seres queridos”, resalta la campaña.

“Ahora nos enfrentamos a la desgarradora tarea de traer a Kevin a casa, con gastos considerables para trasladar su cuerpo de Puerto Rico a Nueva York, así como los costos del funeral y el servicio conmemorativo en la Funeraria Frederick. Estos gastos inesperados han supuesto una enorme carga para nuestra familia en un momento ya de por sí devastador”, afirmó. “Su apoyo nos ayudará a honrar la memoria de Kevin y a darle la despedida que merece”.