

25 de septiembre de 2025 - 5:07 PM
“Operación Traidores”, así fue cómo las autoridades federales denominaron la intervención para arrestar a 43 acusados en la madrugada de este jueves en Cayey.
El nombre no es casualidad, pues el pliego emitido por un gran jurado acusó a 43 personas de pertenecer a la organización criminal conocida como “Los Viraos”, que supuestamente se tornó en contra de otra pandilla y desató una guerra en múltiples municipios que ha perdurado por los pasados tres a cuatro años.
Al describir el caso, los oficiales federales revelaron la historia de una violenta operación marcada por supuestas alianzas y presuntas traiciones que ha provocado asesinatos de personas vinculadas a las gangas y de inocentes, así como inexplicables métodos de operación desde prisiones y hasta el lanzamiento de un sello discográfico y muestras de violencia en vídeos musicales.
El director de la Fiscalía federal en Puerto Rico, William Stephen Muldrow, indicó que todo comienzó con “varios de los miembros fundadores de ‘Los Viraos’” que “pertenecieron anteriormente a otra organización criminal con sede en Caguas”.
El funcionario se refería a la ganga liderada, presuntamente, por Nelson Torres Delgado, alias “El Burro”, quien enfrenta múltiples acusaciones a nivel federal por narcotráfico en varios municipios y quien estuvo varios años prófugo hasta su captura en 2024.
“Estos miembros de ‘Los Viraos’ se rebelaron contra la otra ganga de Caguas y, desde su creación en 2021, han estado en una guerra territorial con esa otra organización, que incluye tiroteos coordinados en territorio de gangas rivales, con armas automáticas y tácticas de escuadrón, matando tanto a víctimas intencionales como no intencionales”, dijo Muldrow.
Edwin Planell Pérez, alias “Gordo Billar”, fue señalado como el presunto líder de la pandilla, informó Rebecca González Ramos, directora de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Según documentos judiciales, Planell Pérez cumplía una condena en el Complejo Correccional de Ponce (Las Cucharas) cuando fue acusado en el 2016 por narcotráfico. Fue sentenciado a 10 años de prisión federal, pero todavía cumplía la condena estatal - dijo Muldrow - cuando fue acusado esta semana por el caso de “Los Viraos”, alegando que encabezó, tras las rejas, la rebelión contra los aliados de “El Burro”.
“El principal líder de la pandilla, Efraín A. Planell Pérez, estaba encarcelado y utilizaba teléfonos celulares para comunicarse ilegalmente con los miembros de la ganga”, dijo Muldrow. “Realizaba conferencias telefónicas y videollamadas, transferencias electrónicas de fondos y coordinaba las actividades criminales de la ganga”, añadió el funcionario.
“Además, compraba drogas y armas, daba órdenes sobre el funcionamiento de los puntos de venta de drogas, ordenaba asesinatos, resolvía disputas y enseñaba a los nuevos miembros a preparar drogas para la venta, entre otras cosas”, explicó.
A mediados de 2022, según González Ramos, Planell Pérez “inició una guerra por los puntos de drogas y distribución de sustancias controladas contra la organización que operaba en ese momento, presuntamente, liderada por los hermanos ‘Popcorn’, quienes fueron arrestados previamente en otra acusación. Dicha organización estaba previamente vinculada a la organización de Torres Delgado, alias ‘El Burro’”.
Al mencionar a los hermanos “Popcorn”, González Ramos se refirió a Luis Javier y Luis Vázquez Álvarez, quienes fueron arrestados en diciembre de 2023.
“Los seguidores de Planell Pérez se viraron en contra de Torres Delgado, formando entonces una nueva organización criminal conocida como ‘Los Viraos’. Esta guerra se disparó en una escalada (de) agresiones y asesinatos en Cayey. Se le vinculan múltiples asesinatos entre 2021 y 2025, poniendo en peligro la seguridad de nuestras comunidades”, apuntó González Ramos.
Durante la investigación, los oficiales ocuparon 11 rifles de asalto y 19 pistolas, además de sobre 50 kilogramos de distintas sustancias controladas, informó Michael A. Miranda, director de la Agencia para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA).
Según Muldrow, de los 43 acusados, 27 enfrentan cargos por armas de fuego, mientras que 15 tienen denuncias por el uso de armas modificadas ilegalmente para disparar de forma automática.
El fiscal resaltó, además, que ocho de los acusados enfrentan casos de asesinato a nivel estatal. Del total de acusados, 17 ya estaban bajo custodia, mientras que 11 siguen prófugos.
“Se alega que miembros de ‘Los Viraos’ llevaron a cabo carjackings con armas de fuego para robar vehículos que luego utilizaban en asesinatos y otros actos delictivos. A esos autos robados los llamaban ‘unidades’, y generalmente tenían prohibido guardarlos dentro de los residenciales. Tras usarlos para cometer actos delictivos, los coconspiradores los quemaban o los vendían”, apuntó Muldrow.
Sostuvo que algunas de las armas de fuego de “Los Viraos” figuraban en vídeos musicales que miembros de la ganga publicaron en las redes sociales, “tanto para aumentar su prestigio como para intimidar a sus rivales”.
“La investigación reveló que, durante la conspiración, los acusados y sus cómplices crearon un sello discográfico y produjeron música y videos musicales con letras que describían actividades específicas de la ganga, cómplices reales y hechos delictivos reales”, detalló Muldrow.
Una moción de la Fiscalía federal, solicitando que los acusados no reciban libertad bajo fianza, indica que también cuentan con vídeos extraídos de celulares ocupados en los que también se observan armas de fuego.
De acuerdo con Muldrow y González Ramos, después de iniciar la guerra contra la ganga de “El Burro”, “Los Viraos” establecieron una alianza con una organización narcotraficante que opera en la zona metropolitana conocida con “Las FARC”.
El fiscal señaló que los miembros de “Los Viraos” “utilizaban insignias para identificar a sus miembros y la lealtad que se tenían utilizando joyas, pegatinas o tatuajes de las letras “LFNM”, que significa “La Familia Nunca Muere”.
La misma frase es utilizada por los integrantes de Las FARC, según informaron previamente las autoridades a El Nuevo Día.
Sin embargo, a preguntas de este medio, Muldrow declinó ofrecer detalles sobre la presunta alianza entre ambas gangas, si todavía opera la pandilla que Torres Delgado, supuestamente, lideró y si actualmente siguen en disputa violenta contra “Los Viraos”.
Sí señalaron que, según los cargos, “Los Viraos” “operaban puntos de drogas en múltiples residenciales con turnos de 12 horas, produciendo cada uno aproximadamente $1 millón anuales.
El pliego acusatorio contiene una alegación de confiscación de $9.3 millones, que corresponden a lo que la Fiscalía federal alega que fueron las ganancias de la organización durante el periodo de la conspiración.
El pliego también incluyó cargos por posesión y distribución de heroína, cocaína y cocaína crack, marihuana, fentanilo, oxicodona (ingrediente activo del opioide OxyContin), y alprazolam (ingrediente activo del tranquilizante Xanax, entre otros).
De ser declarados culpables de los cargos de tráfico de drogas, los coacusados se enfrentan a una pena mínima de 10 años de prisión con una pena máxima de cadena perpetua.
Por los cargos de armas, se exponen a una pena mínima de 15 años de prisión con una pena máxima de cadena perpetua. Mientras, 15 de los acusados tienen cargos por posesión de armas alteradas ilegalmente para ser disparadas de forma automática, por lo que se exponen a una pena mínima de 30 años de prisión.
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