
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Silvestre, salvaje en Canadá
Donde vivo en Ontario no hay perros ni gatos realengos a quienes cogerles pena, pero hay zorrillos que te acechan con sus colas de plumero, amenazándote con apestarte la vida, escribe Gerardo Lamadrid Castillo
Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.