

Como el lector verá, la siguiente cita es pertinente para demostrar lo que trato en esta columna. Pido indulgencia, por tanto, para la mala educación de la auto cita: “Anoche, luego de correr doce kilómetros en el Parque Central de San Juan…se me ocurrió un diálogo imaginario. Supuse que alguien preguntaba por la Revolución Cubana. Mi respuesta terrible era ¿cuál? Y añadía: ¿O es que ese cúmulo de miseria y mitología, pertenecientes al más cerril y retrógrado nacionalismo, constituye una revolución? …Rusos, chinos y cubanos son pueblos cuyas revoluciones no han podido ser sino la expresión de sus deseos (llevados al delirio y la pesadilla) de visibilidad ante Occidente. ¿Qué pobre resultado para tantas invocaciones al sacrificio, para tantos muertos? Lenin, Stalin , Mao y el Gran Cubanito…Lista de estatuas del peor gusto eclesiástico que serán derrumbadas por la ira.”
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: