Las aspiraciones y los principios democráticos que motivaron la gesta revolucionaria aquel 4 de julio del siglo XVIII son más fuertes que los errores y desvaríos que cometemos los que hoy somos herederos de aquel sacrificio, escribe Orlando Parga
Las aspiraciones y los principios democráticos que motivaron la gesta revolucionaria aquel 4 de julio del siglo XVIII son más fuertes que los errores y desvaríos que cometemos los que hoy somos herederos de aquel sacrificio, escribe Orlando Parga
Recuerdo la emoción de la infancia que vivimos los niños escuchas de la Tropa 11 de Santurce cuando el 4 de julio de 1951 participamos en la parada frente al Capitolio: los soldados, los vehículos militares, las banderas, las carrozas, la muchedumbre que nos aplaudió cuando nos correspondió el turno de marchar con nuestros uniformes empapados de sudor.
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