La épica viequense por la salud, por la paz y la devolución aún inconclusa de los terrenos en Vieques es parte del legado imperecedero de Carlos Zenón y su familia cercana, escribe Eduardo Villanueva
La épica viequense por la salud, por la paz y la devolución aún inconclusa de los terrenos en Vieques es parte del legado imperecedero de Carlos Zenón y su familia cercana, escribe Eduardo Villanueva
Conocí a Carlos Zenón en 1980. Él viajó a Nueva York a testificar en el Comité de Descolonización de la ONU, que llamaban el Comité de los Veinticuatro, porque lo integraban 24 países. Ese año viajó también, recién excarcelado, Rafael Cancel Miranda; se encontraba en ese peregrinar la patriota Isabel Rosado. Yo estaba con el presidente del Colegio de Abogados, Luis F Camacho. Todos(as) los que hacían la lucha internacional eran patriotas inmarcesibles que luchaban denodadamente porque no se dejara aislado a Puerro Rico en la lucha internacional por su descolonización.
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