OPINIÓN
Punto de vista
Se adhiere a los criterios de The Trust Project

prima:Defensa del estornudo

La variante ómicron nos arrastra peligrosamente a una muerte pública… Frente a la modernidad histérica y los cierres arbitrarios, endoso una segunda vuelta por la bondad del estornudo, escribe Cezanne Cardona Morales

15 de enero de 2022 - 1:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.

Añoro los días en que estornudar era algo sencillo, bondadoso y menos criminal. Antes de que la variante ómicron democratizara el coronavirus, estornudar prometía un folclorismo limpio de sospecha, una glosa bonachona, un brindis comunitario y anónimo; sin heroísmos, franco, y preciso. Bastaba con un “Salud” o un “Dios te bendiga” para cerrar el trato. Y hasta hace poco, el estornudo no solo generaba un discreto encanto, sino que cucaba misivas culturales. A mediados del siglo XX, el escritor Jorge Luis Borges le envió una carta a Alfonso Reyes preguntando por estornudos literarios, como aquel que aparece en Así habló Zaratustra. Reyes le recordó a Borges ese clásico y milagroso estornudo de Telémaco que presagia buen augurio al final de la Odisea: “Eumeo -dice Penélope- ¿no adviertes que mi hijo ha estornudado una bendición sobre mis palabras?” A partir de ahí, Reyes ensancha la lista; un estornudo en un verso de Góngora, otro en un endecasílabo de Robert Browning, y uno en un aforismo de Pascal. Poco después de Reyes, Nicanor Parra encabalgó el estornudo como instrumento de su propuesta antipoética: “El autor se da a entender entre estornudos”.

Guías de Opinión
Las columnas deben enviarse a Gerardo Cordero: gerardo.cordero@gfrmedia.com. Las columnas tienen que ser de 300, 400 o 500 palabras. Al enviarnos su columna, el escritor concede a GFR Media una licencia exclusiva, perpetua, irrevocable, sublicenciable, mundial y libre de regalías para reproducir, copiar, distribuir, publicar, exhibir, preparar obras derivadas, traducir, sindicar, incluir en compilaciones u obras colectivas, y de cualquier otro modo de forma general utilizar su columna (en todo o en parte), sin reserva ni limitación alguna, en cualquier medio (incluyendo pero sin limitarse, a las versiones impresas o digitales o en los sitios web o aplicaciones móvil del periódico El Nuevo Día), forma, tecnología o método conocido en el presente o que sea conocido, desarrollado o descubierto en el futuro. El autor acepta que GFR Media, LLC, podría cobrar a los suscriptores las versiones digitales, sitios web o aplicaciones móviles de GFR Media por el acceso a la columna. has context menu


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: