El día 2 de noviembre de cada año se celebra el Día de los Difuntos, cuyo origen se encuentra en el año 998, cuando fue instituido por el monje benedictino San Odilón de Francia y a partir del siglo XVI comenzó a rememorarse entre los católicos de todo el mundo. No obstante, ya en el Antiguo Testamento, particularmente en el Libro de los Macabeos, vemos cómo el pueblo oraba por sus difuntos y creían en la resurrección de los muertos.