

Las elecciones generales del estado español del pasado 23 de julio dibujan un cuadro político que constituye un laberinto: el bloque de derechas/uninacional y el bloque de izquierdas/plurinacional están empatados a 171 escaños cada uno. Al día de hoy cualquier resultado final es posible: desde una repetición electoral en diciembre que le daría más escaños parlamentarios a las derechas, hasta una (improbable) investidura de Pedro Sánchez (PSOE) con el apoyo de Sumar y Junts, el partido independentista catalán heredero de CDC, y otros partidos. Desde una perspectiva macro, hay que enfatizar tres grandes enseñanzas históricas.
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