He recorrido los pasillos del Hospital Pediátrico Universitario más veces de lo que cualquier persona en mi posición desearía. En estos últimos años, casi siempre ha sido para dialogar con profesionales de ayuda y conocer de primera mano la condición de salud de niños y niñas que han sido víctimas de maltrato físico, emocional, sexual, de incesto, abandono y negligencia.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
El Pediátrico, un hospital con corazón
The opinions expressed in this article are solely those of the author and do not reflect the views or beliefs of El Nuevo Día or its affiliates.






