Durante las últimas semanas hemos recibido muchas noticias en las que se han removido leyes y derechos humanos fundamentales. El pasado 30 de junio, nuevamente, la Corte Suprema de Estados Unidos, limitó la capacidad de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) para restringir las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas existentes. Esta es una de las decisiones ambientales más negativa e importante en los últimos años. En un revés para trabajar con el cambio climático, el tribunal dictaminó 6-3, en contra de la EPA, que la agencia no tiene amplia autoridad para cambiar los parámetros de producción de energía del país de las centrales eléctricas de carbón a fuentes de energía más limpias, incluidas la energía solar y eólica.