OPINIÓN
Punto de vista
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
prima:Metafísica del tenedor

Los tenedores han perdido el filo, las manchas y la carne, y se dirigen a descansar en la clavícula de la delegada; el hueso que le sirve de trampolín para su narcisismo planetario, escribe Cezanne Cardona Morales

26 de febrero de 2022 - 11:40 PM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.

Tres tenedores atraviesan nuestra histeria cultural. El primero se lo debemos a Francisco Oller que, en el El velorio, pintó un tenedor clavado en la nalga de un infante, víctima de una trifulca entre niños. El segundo le pertenece a Abdullah “The Butcher”, aquel luchador canadiense de la WWC que, cada sábado, le enterraba un tenedor en la frente a sus contrincantes, en especial a Carlitos Colón, el Acróbata de Puerto Rico; entonces la frente todavía era un facsímil razonable de la masculinidad para aquellos que no tenían bíceps o pescaban frente al televisor las cuatro albóndigas que venían en cada lata de Chef Boyardee. El tercer tenedor, de reciente cuño, se lo debemos a Elizabeth Torres, la “delegada de la estadidad” que, en su intento por emular a Catalina de Médici cuando puso de moda los tenedores en su boda con Enrique II, terminó por hacerle honor a esta época de porno-banalidad grabando un video en el que se victimiza, magnetizada por la vacuna del COVID, y se pega tenedores en la clavícula. Nalga, frente y clavícula -en ese orden- son los escenarios predilectos de esta trinidad histriónica que al fin encuentra su forma de persignarse.

Guías de Opinión
Las columnas deben enviarse a Gerardo Cordero: gerardo.cordero@gfrmedia.com. Las columnas tienen que ser de 300, 400 o 500 palabras. Al enviarnos su columna, el escritor concede a GFR Media una licencia exclusiva, perpetua, irrevocable, sublicenciable, mundial y libre de regalías para reproducir, copiar, distribuir, publicar, exhibir, preparar obras derivadas, traducir, sindicar, incluir en compilaciones u obras colectivas, y de cualquier otro modo de forma general utilizar su columna (en todo o en parte), sin reserva ni limitación alguna, en cualquier medio (incluyendo pero sin limitarse, a las versiones impresas o digitales o en los sitios web o aplicaciones móvil del periódico El Nuevo Día), forma, tecnología o método conocido en el presente o que sea conocido, desarrollado o descubierto en el futuro. El autor acepta que GFR Media, LLC, podría cobrar a los suscriptores las versiones digitales, sitios web o aplicaciones móviles de GFR Media por el acceso a la columna. has context menu


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: