
Opinión
Explica ideas y extrae conclusiones basadas en la interpretación de hechos y datos.
En Puerto Rico, hablar de la factura eléctrica es hablar del bolsillo, de la economía familiar y de la confianza o desconfianza en nuestras instituciones. En los últimos meses hemos visto un resurgir preocupante de discursos y acciones legislativas que ponen en riesgo la independencia del Negociado de Energía, una de las pocas entidades técnicas y regulatorias que han traído orden y rendición de cuentas a nuestro caótico sistema energético y que no va con los vaivenes políticos.
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