En estos momentos se discuten en la Asamblea Legislativa enmiendas a la mal llamada reforma laboral, aprobada bajo la administración de Ricardo Rosselló mediante la ley 4 de 2017. Esta legislación despojó a los trabajadores de derechos adquiridos aduciendo que ello promovería mayor inversión, lo que abonaría al desarrollo económico tan necesario en nuestro país. Bajo esta misma premisa, se derogó hace varios años la Ley de Cierre, con lo cual se invocó que ello crearía 25,000 empleos, lo cual nunca se materializó. Sin embargo, el derecho a obtener la paga doble que recibían los(as) trabajadores(as) con la vigencia de la Ley de Cierre nunca se restituyó. Por el contrario, la tendencia de los gobiernos neoliberales que se han turnado en el poder ha sido promover la eliminación de derechos laborales, bajo el pretexto de que ello promovería un mejor clima de inversión. No obstante, la tasa de participación laboral en el país se ha mantenido, por muchos años, en cerca del 40%, una de las tasas más bajas del mundo.