Manchester, Inglaterra - Manchester le dijo su último adiós al ícono del boxeo Ricky Hatton.

El excampeón del mundo murió el mes pasado a los 46 años. Su funeral se celebró el viernes en la catedral de la ciudad y los fanáticos hicieron fila mientras el cortejo fúnebre avanzaba por las calles.

Entre los excampeones mundiales de boxeo que asistieron al funeral se encontraban Tyson Fury, Amir Khan y Kell Brook. Los aficionados comenzaron a hacer fila frente a la catedral horas antes de que llegara el ataúd con Hatton.

“Como aficionado al boxeo y como amigo suyo, creo que deja un legado enorme porque fue uno de los nombres más importantes del boxeo de Manchester y del país también”, dijo Khan a The Associated Press.

Fuera de la catedral, una banda de música tocó el himno de Hatton, “Walking in a Hatton Wonderland”, con la melodía de “Winter Wonderland”.

Hatton, quien ganó títulos mundiales en el peso junior welter y welter, fue encontrado muerto cuando la policía acudió a su casa en el Gran Manchester.

No se ha confirmado la causa de la muerte de Hatton. Familiares y amigos han hablado de sus bien documentadas luchas con su salud mental.

Fue una despedida apropiada para Hatton el viernes, quien era personalmente conocido y querido por muchos en Manchester y en todo el Reino Unido con sus fanáticos siguiéndolo por miles para ver sus peleas más importantes en Estados Unidos.

Su última pelea, cuando regresó en 2012, fue a los pies de la catedral en el Manchester Arena, cuando una multitud con entradas agotadas observó su derrota por detención ante Vyacheslav Senchenko.

La Arena también fue escenario de su mayor triunfo al ganar el título junior welter de la FIB contra Kostya Tszyu en 2005.

Otra noche memorable llegó tres años después, cuando llenó la casa de su amado Manchester City para una pelea contra Juan Lazcano.

Pero las peleas más importantes de Hatton fueron en Las Vegas contra los grandes libra por libra Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, cuando su ejército de fanáticos hizo que la franja de Las Vegas se sintiera como su hogar.

“Si piensas en lo que hizo Ricky, llevó el boxeo a otro nivel, especialmente en Gran Bretaña”, dijo Khan. “Cuando fue a Estados Unidos, eso me inspiró a ir yo también”.