Historiadores y conservacionistas piden que se tome en consideración el contexto histórico de la zona y el impacto de estos proyectos
Historiadores y conservacionistas piden que se tome en consideración el contexto histórico de la zona y el impacto de estos proyectos
Sus calles adoquinadas y las murallas que la rodean saben lo que es el sabor de la sangre y el horror de la guerra. Ha sido bombardeada y ha repelido el embate de cañones y de balas. Por siglos, ha visto a personas nacer y crecer, las ha visto amar y odiar, partir, regresar y las ha visto morir. Por más de 500 años, ha sido la guardiana silente de uno de los patrimonios edificados más importantes de América. Es una ciudad, pero también es un símbolo. Es la resistencia misma. Es San Juan Bautista de Puerto Rico: el Viejo San Juan.
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