Madeline Murphy recuerda las instrucciones que le dieron en el set de “Jumanji” cuando era extra hace unos 30 años: “Finja que está asustada y que está gritando porque un elefante la persigue”.

Entonces, eso es lo que hizo en la Plaza Central de Keene, New Hampshire, corriendo de un lado a otro, una y otra vez, en un largo día de noviembre de 1994.

“Estaba bastante cansada al final del día y hacía frío”, dijo Murphy, de 61 años. Recibió un cheque por $60.47 y varios segundos de tiempo en pantalla.

Murphy fue una de los aproximadamente 125 extras elegidos para la película clásica de Robin Williams, que cumple 30 años. Ha generado varias secuelas, incluida una planeada para el próximo año. La ciudad de unos 23,000 habitantes en la esquina suroeste del estado celebra este fin de semana sus vínculos con “Jumanji”.

Un evento destacado es una “Rhino Rumble Road Race” que saluda las escenas de estampida de elefantes, rinocerontes y cebras de la película el sábado. Los corredores con disfraces de animales inflables están corriendo alrededor de 0.40 km alrededor de la plaza.

También hay una fiesta del elenco, un desfile y una búsqueda del tesoro, entre otros eventos.

Basada en el libro infantil de 1981 de Chris Van Allsburg sobre un misterioso juego de mesa de aventuras en la jungla, la versión cinematográfica de “Jumanji” está ambientada en la pequeña ciudad ficticia de Brantford, New Hampshire.

El veterano gerente de locaciones Dow Griffith estaba recorriendo Nueva Inglaterra en busca del lugar adecuado. Amante del café que creció en Seattle, recordó sentirse desesperado un día por una buena bebida. Estaba un poco al este de Keene en ese momento, y alguien sugirió una tienda que estaba cerca de la plaza.

“Saqué mi preciada taza de capuchino doble seco al porche delantero, tomé un sorbo, miré a mi izquierda y, ¡por Dios!, ¡ahí estaba el lugar que había estado buscando!”, dijo a The Associated Press. “Así que, en realidad, tenemos que agradecer al café por todo”.

Las escenas se filmaron en la plaza ese otoño y la primavera siguiente. Las escenas de otoño muestran una ciudad actual que había declinado. Los extras interpretaron a personas sin hogar y saqueadores, además de corredores en pánico que huían de los animales de la jungla.

Joanne Hof, ahora de 78 años, había necesitado la ayuda de su hijo para verse detrás de los elefantes, corriendo con las manos en alto. Hof, especialista en lectura, compró una cinta de video de “Jumanji” y se la mostró a los niños con los que trabajaba.

“Estaban muy impresionados de que yo estuviera en la película”, dijo.

Las escenas de primavera, que aparecen al principio de la película, representan la ciudad en 1969. Los extras condujeron coches clásicos alrededor de la plaza de aspecto prístino y otros caminaron, vestidos para esa época.

“Le dije a la maquilladora: ‘¿Sabes cómo hacer un French twist?’”, recordó Kate Beetle, de 74 años, de Alstead, quien dijo que se la puede ver durante “un microsegundo” cruzando una calle. “Simplemente me encontraron el traje de dama adecuado y los zapatos planos adecuados, y luego el cabello es algo que sospecho que lo hizo”.

Los equipos de “Jumanji” trabajaron bien con la ciudad para obtener los permisos para transformar Central Square en una pieza de propiedad pública dilapidada y descuidada, recordó Patty Little, quien recientemente se jubiló como secretaria de Keene.

“Trajeron arbustos viejos y muertos y los tiraron por ahí e hicieron que la pintura se despegara del mirador”, dijo. Se retiraron elementos como parquímetros y arbustos de lilas y se trajo una gran estatua de la época de la Guerra Civil para cubrir una fuente. Había graffiti en las paredes y vehículos arrugados en la escena de la estampida estaban anclados en su lugar.

Todo fue restaurado y se trajeron flores frescas la primavera siguiente, dijo.

Los equipos pasaron un total de aproximadamente una semana en la ciudad para ambos escenarios.

Little, cuyo clásico Ambassador de 1961 es captado por la cámara, podía ver todo lo que sucedía desde la ventana de su oficina.

“¿Hice mucho trabajo? No lo sé durante esos días”, dijo.

Los lugareños observan y conocen a Robin Williams

Una multitud acudió a ver a Williams, de pelo largo y barba, correr por la calle con una túnica adornada con hojas. En la película, acababa de ser liberado del juego que lo había atrapado cuando era niño durante años.

“¡Es más bajo de lo que pensaba!”, dijo un espectador, según el libro de la cronista local Susan MacNeil, “Cuando Jumanji llegó a Keene”. Otros dijeron: “Tiene grandes piernas, musculosas, ¿no es así? ¡Pero tan peludo!” y “¿No se está congelando vestido así?”

El alcalde lo honró con una llave de la ciudad. Williams, al notar que el alcalde era un poco más bajo, de repente anunció en la presentación: “‘Soy el alcalde de Munchkinland’”, con una voz a juego, recordó el concejal municipal Randy Filiault.

Se mantuvo en el personaje durante 15 a 20 minutos, “simplemente rebotando en las paredes”, acercándose a las personas en la audiencia y tirando de sus sombreros sobre sus ojos. Finalmente, se detuvo, terminando con un solemne “Gracias”, dijo Filiault.

“Realmente estoy viendo algo genial aquí”, recordó haber pensado Filiault. “Qué afortunados fuimos”.

Cuando Williams murió por suicidio en 2014, la gente dejó flores y fotos debajo de un letrero de pared pintado de “Parrish Shoes” que anunciaba un negocio ficticio que quedó de “Jumanji”.

El ex oficial de policía de Keene, Joe Collins, quien fue asignado para vigilar a los entonces niños actores Kirsten Dunst y Bradley Pierce, también murió por suicidio el año pasado. Los organizadores del festival planearon una discusión sobre salud mental y prevención del suicidio para rendir homenaje a Williams y Collins.

“Creo que Robin habría quedado impresionado con eso”, dijo Murphy, quien conoció a Williams y le estrechó la mano.

En Estados Unidos, la línea de vida nacional para suicidios y crisis está disponible llamando o enviando un mensaje de texto al 988. También hay un chat en línea en 988lifeline.org