Nueva York - Anna Wintour puso fin a semanas de especulaciones en el mundo de la moda el martes al nombrar a Chloe Malle su sucesora como jefa de contenido editorial en Vogue, pero la persona más poderosa en el negocio no se irá a ninguna parte.

Wintour, de 75 años, sigue siendo la jefa de contenido de Condé Nast y directora editorial global de American Vogue y sus otras 28 ediciones en todo el mundo. Malle puede estar entrando en los zapatos de tacón bajo de Wintour, pero reportará a la usuaria original mientras se hace cargo de las operaciones diarias en la edición de Estados Unidos. Y se ha ido el título de “editora en jefe” que Wintour tuvo durante casi 40 años.

Malle, de 39 años, es hija de la actriz Candice Bergen y del fallecido director francés Louis Malle. Se unió a Vogue como editora social en 2011, pasó a ser editora colaboradora en 2016 y ha ocupado su puesto actual desde 2023. En junio, entrevistó a la entonces Lauren Sánchez antes de su boda con Jeff Bezos.

“Vogue ya ha moldeado quién soy, ahora estoy emocionada ante la perspectiva de moldear Vogue”, dijo Malle en el anuncio.

Desde finales de junio, cuando Wintour le dijo al personal que renunciaría a ese título, se barajaron un puñado de nombres para sucederla. Entre ellos estaban Eva Chen, vicepresidenta de asociaciones de moda en Meta; Nicole Phelps, directora global de Vogue Runway y Vogue Business; y Sara Moonves, editora en jefe de W magazine. Otros nombres que flotaron poco después de que el puesto se pusiera en juego son el director de noticias de moda de Vogue, Mark Holgate, la jefa de contenido editorial de British Vogue, Chioma Nnadi, y la directora de estilo digital de Vogue.com, Leah Faye Cooper. Malle y Nnadi co-presentan el podcast de Vogue, “The Run-Through with Vogue”.

La noticia de que Malle consiguió el trabajo llega antes de la última ronda de desfiles en la Semana de la Moda de Nueva York la próxima semana.

La graduada de Brown y madre de dos niños pequeños ha sido abierta sobre su política de inclinación liberal, al igual que Wintour.

“En realidad me encanta trabajar con Anna, porque me encanta que alguien me diga exactamente lo que hay que hacer y exactamente lo que piensa sobre algo”, dijo Malle en un perfil reciente de The Independent. “No hay indecisión. No hay ambigüedad”.

Vogue fue fundada como una revista de sociedad hace 134 años. Después de que Condé Nast la adquiriera en 1909, se convirtió en un pilar tradicional de la industria con modelos en la portada, fotografía estática de primeros planos hecha en estudios y un enfoque en la alta moda y el maquillaje pesado.

Wintour, una arriesgada que asumió el título en 1988, vio el atractivo masivo en un enfoque más amplio. Amplió las ediciones internacionales, elevó las conexiones de la moda con la cultura pop y comenzó a poner celebridades, atletas, estrellas de la música y políticos en las portadas. Wintour optó por un enfoque de alta y baja moda y favoreció la narración de historias en sesiones de fotos hechas al aire libre. Abrazó a los diseñadores emergentes de entonces, incluyendo a Marc Jacobs, John Galliano y Alexander McQueen, a través de iniciativas como el CFDA/Vogue Fashion Fund. Y transformó la Met Gala de una pequeña recaudación de fondos privada a un evento global y la noche más importante de la moda.

Considerada la biblia de la moda, American Vogue ha tenido varios editores notables a lo largo de su historia. Antes de Wintour estuvieron Diana Vreeland (1963 a 1971) y Grace Mirabella (1971 a 1988), entre otros.

“Chloe ha demostrado a menudo que puede encontrar el equilibrio entre la larga y singular historia de American Vogue y su futuro en la primera línea de lo nuevo”, dijo Wintour en la declaración sobre el nombramiento de Malle.

La jubilación del título de editor en jefe alinea a Vogue con los cambios en todo el universo de Condé Nast. Cuando Radhika Jones renunció como editora en jefe de Vanity Fair a principios de este año, su papel fue reemplazado por un “director editorial global”, encontrado en Mark Guiducci. (El propio Guiducci fue sacado de Vogue, donde se desempeñó más recientemente como director editorial creativo). American Vogue se une a la mayoría de los mercados donde Condé Nast opera en el cambio a un jefe de contenido editorial, que reporta a un director editorial global.

Aunque Vogue tiene ediciones que abarcan todo el mundo, desde Gran Bretaña y Francia hasta China e India, el enfoque de Malle estará en American Vogue.

Como jefa de contenido de Condé Nast, Wintour continuará supervisando cada marca, incluyendo Vogue, Wired, Vanity Fair, GQ, AD, Condé Nast Traveler, Glamour, Bon Appétit, Tatler, World of Interiors, Allure y más, con la excepción de The New Yorker, donde el editor David Remnick conserva el control.

La propia Wintour tiene un jefe. Ella reporta a Roger Lynch, CEO de Condé Nast.

“En efecto, la adición de un nuevo líder editorial para Vogue Estados Unidos permitirá a Wintour tener más tiempo y flexibilidad para apoyar a los otros mercados globales que Condé Nast sirve”, dijo una declaración de Vogue en junio.

“Y no hace falta decir”, bromeó Wintour entonces, “que planeo seguir siendo la editora de tenis y teatro de Vogue a perpetuidad”.

Ella permanecerá al frente de la Met Gala anual, una importante recaudación de fondos para el ala de la moda del Museo Metropolitano de Arte. Y seguirá involucrada en Vogue World, un evento de moda y cultural itinerante que la revista comenzó en 2022.

Wintour explicó el cambio de editor en jefe de esta manera:

“Cualquiera en un campo creativo sabe lo esencial que es nunca dejar de crecer en el trabajo. Cuando me convertí en la editora de Vogue, estaba ansiosa por demostrar a todos los que pudieran escuchar que había una nueva y emocionante forma de imaginar una revista de moda estadounidense”, dijo al personal.

“Ahora, encuentro que mi mayor placer es ayudar a la próxima generación de editores apasionados a irrumpir en el campo con sus propias ideas, apoyados por una nueva y emocionante visión de lo que puede ser una gran empresa de medios”, dijo.