

3 de noviembre de 2025 - 11:42 AM

La casa de moda Balenciaga vuelve a ocupar los titulares internacionales con el lanzamiento de una colección que desafía, una vez más, los límites de la estética tradicional.
Su nueva línea, denominada ‘Destroyed’, presenta chaquetas, camisas y otras prendas con apariencia rota, desteñida o envejecida. Lo que para algunos parece ropa vieja o dañada, la marca lo convierte en piezas de alta moda con precios que rondan los $950.
El diseño más comentado de la colección es una chaqueta con cortes visibles, hilos sueltos y parches desgastados. Su aspecto intencionalmente deteriorado es parte de la propuesta conceptual que la firma liderada por el director creativo Demna Gvasalia ha venido explorando en los últimos años: el llamado “lujo feo”, una tendencia que busca vender ideas y provocar conversaciones, más que ofrecer prendas tradicionales.

La chaqueta ‘Destroyed’ se agotó en menos de 24 horas tras su lanzamiento en la tienda oficial de Balenciaga, lo que demuestra el impacto mediático y comercial de la marca, pese —o quizás gracias— a la controversia que genera.
Lejos de tratarse de un accidente estético, la colección responde a una estrategia cuidadosamente diseñada. Los expertos en moda señalan que Balenciaga utiliza la provocación como una herramienta de marketing: cada diseño radical garantiza exposición gratuita en redes sociales y medios de comunicación, multiplicando su alcance global.
El objetivo es generar debate y posicionar la marca como símbolo de irreverencia y exclusividad. La polémica se convierte así en una forma de publicidad: las críticas y burlas que circulan en internet terminan reforzando la imagen de Balenciaga como una casa que desafía las normas del lujo y redefine lo que significa el valor en la moda contemporánea.

Esta filosofía no es nueva. En temporadas anteriores, la marca presentó los ‘Paris Full Destroyed Sneakers’, tenis de edición limitada que simulaban haber sido usadas durante años. Con un precio que superaba los $1,500, su apariencia —con suelas gastadas, agujeros y manchas— causó un revuelo similar al que hoy genera la chaqueta ‘Destroyed’.
La propuesta de Balenciaga divide opiniones. Para algunos críticos, la colección trivializa la precariedad al convertir en objeto de lujo, lo que en otras circunstancias se consideraría ropa desechable. Para otros, se trata de una obra de arte conceptual que cuestiona la lógica del consumo rápido y la obsolescencia programada, elevando lo cotidiano a una categoría estética superior.

El debate, sin embargo, parece ser parte del propósito. En lugar de ofrecer respuestas, la marca plantea preguntas sobre el valor, el gusto y la autenticidad en la era digital. ¿Qué define realmente el lujo: la calidad del material o el significado detrás de una prenda?
Las noticias explicadas de forma sencilla y directa para entender lo más importante del día.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: