

12 de agosto de 2025 - 11:10 PM
No todos los vestidos largos pueden considerarse para llevar en una noche de gala, alfombra roja, black tie o white tie.
¿Sabías que depende de la tela, la textura, los cortes y las siluetas?
Durante años, el vestido ha sido sinónimo de elegancia, gala y eventos nocturnos. Sin embargo, no todos aplican según las reglas de etiqueta y protocolo, indicando que el largo no determina la formalidad. Por ejemplo, con un ‘maxi dress’ se puede lograr desde looks playeros hasta atuendos urbanos y bohemios porque esta pieza del armario ha ganado un punto de versatilidad para la mujer moderna.
Los vestidos largos para eventos formales tienen sus raíces en la vestimenta de la corte real y la nobleza, donde la elegancia y el lujo eran símbolos de estatus. Esta prenda de vestir fue reservada para cenas de etiqueta, galas y ceremonias.
El cine clásico de Hollywood, las alfombras rojas y los códigos de vestimenta tradicionales reforzaron esta idea durante décadas. No obstante, a medida que la liberación femenina alcanzaba su apogeo, empoderando a las mujeres a expresarse a través de la moda, las siluetas de sus vestidos evolucionaron junto a ellas.“
Los años 60 estuvieron repletos de grandes acontecimientos protagonizados por veinteañeros rebeldes y jóvenes pacifistas cuyo lema ‘Make love not war’ resumía su actitud ante la vida”, así lo explica la Unidad 3 de La historia de la moda, en la clase de estilismo de Vogue College. Por ende, el auge del estilo boho-chic en los años 70 y su regreso en los 2000 popularizó los vestidos largos en materiales ligeros como algodón, lino o viscosa, con estampados florales o étnicos. Perfectos para festivales de música, días de picnic o paseos por la ciudad, demostrando que el largo puede ser relajado, libre y cómodo.
Pero, ¿en qué se diferencia de los vestidos de noche para gala, del traje de etiqueta de ‘white tie’ y el ‘black tie’? En las telas, cortes y accesorios, los verdaderos marcadores de formalidad. No es el largo lo que define si esta prenda es formal, sino otros factores clave:
Importante recordar que el traje sastre, dependiendo de su textura, puede funcionar tanto para mujer como para hombre en eventos formales.
La construcción, el diseño y la silueta de un vestido formal se basa en telas lujosas como la seda, satén o terciopelo, elaborados, con detalles como pedrería o encaje, y cortes que favorecen la figura, mientras que aquellos para ocasiones informales, es decir, eventos diurnos tipo cóctel, business casual o smart casual, se elaboran con tela de algodón, lino, viscosa o tejidos más ligeros y fluidos. Sus diseños suelen ser más sencillos y relajados, con estampados, colores vibrantes o cortes más sueltos.
Para determinar si un vestido es realmente formal o no, más allá del largo, es crucial entender el código de vestimenta del evento, ya sea White Dress o Black Tie. Cada uno tiene requisitos distintos. En eventos de mayor formalidad, por ejemplo, no se permiten aperturas en las piernas ni espaldas descubiertas.
El estilismo también juega un papel fundamental, como el peinado, que en eventos de alta formalidad siempre es recogido. Además, la tela del vestido es decisiva: Los eventos casuales permiten textiles más ligeros y vaporosos.
En resumen, la calidad textil, el estilismo y el corte son tres factores esenciales para determinar si un vestido es formal o casual. Un buen ejemplo de esta diferencia es la distinción entre la Met Gala y la alfombra roja de los Oscars: Lo que es adecuado para un evento de moda no lo es necesariamente para una premiación de cine”, explica Eddy Gómez, estilista.
“No se deben pasar por alto detalles aparentemente pequeños pero cruciales, como el tipo de cierre o botones. Elementos como el largo de la manga, el tipo de tirante o el escote también influyen en el nivel de formalidad de un vestido.”, añade Eddy Gómez.
“En contextos más relajados, los escotes pronunciados son aceptados, pero en ambientes formales —como cenas gubernamentales, eventos en palacios nacionales o recepciones de la realeza— las exigencias son mucho mayores. En estos casos, los vestidos de gala tipo white tie o black tie suelen ser en tonos neutros, siendo el rojo y el azul marino las excepciones más comunes", agregó.
La clave para determinar la formalidad de un vestido largo reside en su confección, detalles y estilo general, más allá de su longitud. Este puede ser tanto una pieza elegante para ocasiones especiales como una prenda casual para el día a día.
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