Minifaldas, muy minis, vestidos lenceros, el crochet, un básico que se renueva cada verano, y tonos como el rosa o el azul, sin olvidar el verde matcha, son algunas de las tendencias de la temporada europea en las que merece la pena invertir

El diseñador Juan Carlos Mesa lidera la firma ‘Maison Mesa’ y asegura a EFE que si hay algo que es tendencia este año es la ausencia de una tendencia clara.

“Hay minis muy minis, pero también una amplia diversidad de largos en faldas y pantalones. La verdadera tendencia es ver cómo cada persona tiene la opción de buscar su propio estilo, lo que más le favorezca; las tendencias se van difuminando”, sostiene el creador.

Una de las novedades es la minifalda globo que juega con los volúmenes hasta parecer un greguesco del siglo XVI y que ha sido la estrella de los desfiles de Cecilie Bahnsen, Rabanne o Philosophy.

Sin duda, los vestidos son los reyes de la temporada, donde los diseños lenceros ganan por goleada para la noche, con o sin encajes.

La seda y los cortes fluidos son ideales para que el cuerpo se sienta libre, un toque muy femenino y romántico al que no se resisten los diseños de Alexander McQueen o Loewe, que renuncian a marcar la silueta en vestidos con faldas en forma de bucle y delicados estampados florales.

Mesa asegura que le encanta utilizar color en cualquier época del año, “pero en verano más”, una razón por la que también ha incluido en su colección dibujos florales y una paleta en la que imprime uno de sus tonos favoritos, el fucsia.

Prueba de que es pura tendencia han sido las elecciones de Kristen Stewart, Dakota Johnson o Heidi Klum en el último Festival de Cannes.

A pesar de ello, neutros como los arena y el verde matcha son también protagonistas en colecciones como las de Fendi que apuesta por terracotas.

Sin embargo, el diseñador Wes Gordon realiza para Carolina Herrera un estudio del blanco y negro, combinándolos en diferentes propuestas hasta que brota un estallido de color en amarillo y rosa chicle tanto en vestidos de invitada, americanas o camiseros, donde no faltan los pantalones de talle alto.

Por otro lado, el inicio de la época de conciertos está aquí, un momento en el que el vestuario se relaja con vestidos estampados, estilo boho, pantalones cortos y este año con chalecos de punto y ganchillo, una apuesta muy sexi para sortear las altas temperaturas.

Dior apuesta por shorts frescos, con corte en el muslo, estampados, de talle alto, una propuesta a la que se suman firmas como H&M y Mango que alarga los pantalones hasta convertirlos en bermudas para ir a la oficina en blanco o con raya diplomática.

Desde el calzado destalonado a las sandalias, pasando por las alpargatas y las chanclas con abalorios, esta temporada lo que priman son los zapatos con vinilo transparentes y las bailarinas con malla donde el tacón bajo gana la partida.

La firma italiana Fendi apuesta por estas últimas mientras que Dries Van Noten opta por el verde y el tacón cubano y Zara se decanta por un estilo más deportivo con cordones.

Hace tiempo, este tipo de calzado estaba vinculado a las personas de edad más avanzada, pero se ha roto la barrera y ahora la laboriosidad con la que están confeccionados ha ganado enteros.

Los tradicionales náuticos y los ‘oxfords’ son también opciones para los momentos más frescos del verano.