Washington— Un antiguo y cercano asistente del presidente Joe Biden denunció el miércoles ante los legisladores las investigaciones republicanas sobre el expresidente como “infundadas” y defendió al expresidente indicando que, durante su mandato, siempre fue capaz de llevar a cabo los deberes presidenciales “en todo momento”.

Steve Ricchetti, asesor principal de Biden durante su presidencia, escribió en su declaración inicial ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes que estaba dispuesto a responder a las preguntas de los legisladores sobre el estado mental de Biden mientras estaba en el cargo a pesar del esfuerzo de los republicanos por “intimidar a los funcionarios que sirvieron en la administración anterior”.

“Creo que es importante refutar enérgicamente esta falsa narrativa sobre la presidencia de Biden y nuestro papel en ella”, dijo Ricchetti.

“No hubo ninguna conspiración nefasta de ningún tipo entre el personal superior del presidente, y ciertamente no hubo ninguna conspiración para ocultar la condición mental del presidente al pueblo estadounidense”, escribió Ricchetti, quien ha sido asistente de Biden desde 2012. Dijo que Biden era “totalmente capaz” de llevar a cabo sus deberes durante su mandato.

El testimonio de Ricchetti se produce después de semanas de comparecencias de antiguos asistentes de Biden mientras los republicanos de la Cámara de Representantes buscan construir su investigación, que es fundamental para su agenda de supervisión mientras buscan volver a centrar la atención en la última administración.

Algunos antiguos miembros del personal, incluido el médico de Biden, Kevin O’Connor, y Anthony Bernal, un alto asistente de la ex primera dama Jill Biden, invocaron su derecho de la Quinta Enmienda y se negaron a responder a las preguntas del comité. Otros, incluido el exjefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain y Neera Tanden, exdirectora del Consejo de Política Nacional, han respondido extensamente a las preguntas del comité.

El comité escuchará a siete miembros más del personal superior de Biden en las próximas semanas.

La Casa Blanca de Donald Trump ha lanzado su propia investigación sobre Biden. En junio, Donald Trump emitió una orden ejecutiva que argumentaba que había “indicios claros” de que Biden “carecía de la capacidad para ejercer su autoridad presidencial” y ordenó una investigación sobre “si ciertos individuos conspiraron para engañar al público sobre el estado mental de Biden y ejercer inconstitucionalmente las autoridades y responsabilidades del presidente”.

Ricchetti argumentó que las investigaciones lideradas por los republicanos eran “un intento obvio de desviar la atención del caos de los primeros seis meses de esta administración”. Lo contrastó con lo que dijo que eran los logros de Biden en temas como infraestructura, inflación, política climática y la respuesta al coronavirus.

“Creo firmemente que en todo momento durante mis cuatro años en la Casa Blanca, el presidente Biden estaba cumpliendo con sus deberes constitucionales. ¿Se tropezó? Ocasionalmente. ¿Cometió errores? ¿Se levantó del lado equivocado de la cama? Lo hizo, todos lo hicimos. Pero siempre creí, todos los días, que tenía la capacidad, el carácter y el juicio para ser presidente de Estados Unidos”, dijo Ricchetti.

En el centro de la investigación republicana hay una disputa legal sobre el uso por parte de la Casa Blanca de Biden del autopen, un dispositivo utilizado en todas las administraciones presidenciales para emitir la firma del presidente para leyes y órdenes ejecutivas. Los republicanos del Congreso y la administración de Trump alegan, sin pruebas, que Biden no estaba en un estado mental lúcido durante gran parte de su presidencia y que muchas políticas promulgadas durante su tiempo en el cargo pueden ser, en consecuencia, ilegales.

Biden ha llamado a Donald Trump y a los republicanos de la Cámara de Representantes “mentirosos” por la afirmación y dijo que él “tomó cada una” de las decisiones en el cargo que involucraron un autopen. Los ayudantes de Biden ahora se hacen eco de ese sentimiento directamente al comité.

Los republicanos todavía están ansiosos por destacar las diversas meteduras de pata de Biden como un garrote político contra los demócratas.

Mientras tanto, los demócratas del Congreso han desestimado en gran medida la investigación de los republicanos de la Cámara de Representantes como una distracción de la agenda de la administración de Trump. La representante Jasmine Crockett, una demócrata de Texas que se sienta en el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, dijo que los republicanos en la investigación “parecen perdedores” después de que ella saliera de la declaración de Anthony Bernal, el exjefe de personal de Jill Biden.