Leslie Leatherman, un bombero de Kentucky, respondió a la llamada de auxilio, corriendo hacia el peligro como lo había hecho durante décadas, cuando un tornado azotó su comunidad en las estribaciones de los Apalaches a altas horas de la noche. Fue su último acto de desinterés, y la persona a la que protegió en medio del caos fue su esposa.

Leatherman fue una de las 19 personas que murieron en Kentucky cuando la tormenta azotó a última hora del viernes y la madrugada del sábado, mientras las personas en el camino se despertaban con una escena aterradora. La mayoría de las víctimas eran del condado de Laurel, en el sureste de Kentucky, donde Leatherman era miembro de un departamento de bomberos voluntarios desde hace mucho tiempo.

Leatherman, de 57 años, murió mientras protegía a su esposa, Michelle, de los escombros que volaban, dijo Terry Wattenbarger, subdirector del Departamento de Bomberos del Condado de Laurel, donde Leatherman se desempeñó como mayor. Lo encontraron encima de su esposa, dijo Wattenbarger. Michelle Leatherman sobrevivió y se encontraba en estado crítico el martes en el Hospital Universitario de Kentucky Chandler en Lexington, dijo un portavoz.

Las autoridades no saben si Leatherman se dio cuenta de que era su esposa a quien protegía en medio del caos y la oscuridad. Wattenbarger dijo que cree que sucedió justo después de que el tornado había pasado, cuando los vientos aún eran lo suficientemente fuertes como para arrojar escombros al aire.

“Ella estaba gritando”, dijo Wattenbarger en una entrevista el martes. “Estoy seguro de que él fue a casa y luego fue a la primera persona que pensó que podía ayudar. Simplemente resultó ser ella.”

Cuando la tormenta se acercaba, Leatherman comunicó que estaba listo para ayudar, dijo Wattenbarger. Cuando sonó una alarma de incendio en su vecindario, Leatherman indicó que estaba respondiendo. Poco después, otro bombero confirmó que el tornado estaba en tierra allí y causando daños masivos.

Los trabajadores de emergencia encontraron a los Leatherman al principio de la respuesta, pero no los reconocieron en la oscuridad total, dijeron las autoridades. Leatherman estaba muerto, y atendieron a Michelle Leatherman. La ubicación de Leslie Leatherman se registró para su identificación posterior, y los rescatistas continuaron para ayudar a otras víctimas.

Poco tiempo después, las autoridades comenzaron a buscar a Leatherman después de que no respondió a las llamadas de radio. Los socorristas regresaron para encontrar su cuerpo y hacer la desgarradora identificación.

Era típico de Leatherman apresurarse al peligro para proteger a los demás, dijo Wattenbarger, quien entabló una amistad duradera con Leatherman cuando estaban en la escuela secundaria juntos.

“Toda su vida, ha sido un servidor público dedicado”, dijo el subdirector. “Tenía un corazón enorme. Amaba a su familia más que a nada… y realmente disfrutaba la vida y era una persona realmente buena.”

Leatherman, conocido cariñosamente como Les, era una figura constante en los servicios de emergencia de la región. Comenzó como técnico de emergencias médicas en el condado de Laurel, luego se convirtió en despachador de emergencias, primero para las autoridades del condado de Laurel y luego para la Policía Estatal de Kentucky, dijo Wattenbarger.

Más recientemente, se desempeñó como subdirector del centro 911 en el condado de Whitley, vecino.

“Era un hombre muy sincero, muy trabajador, un hombre muy dedicado”, dijo el juez ejecutivo del condado de Whitley, Pat White Jr. “Alguien a quien los jóvenes que se incorporan a los servicios de emergencia en esta región admiraban y buscaban orientación. Fue un gran mentor para muchos de ellos. Lo vamos a extrañar mucho.”

Leatherman también se desempeñó como instructor de rescate de incendios. Brandon Wagers, miembro del Departamento de Bomberos de Londres y un compañero instructor, dijo que la muerte de Leatherman se sentirá en toda la región.

“Era una buena persona”, dijo Wagers. “Siempre tenía algo bueno que decir.”

Una constante fue el servicio de Leatherman como bombero durante casi 39 años. Leatherman “puso la sangre de su vida y el trabajo de su vida en ser la mejor persona y el mejor respondedor que podía ser”, dijo Wattenbarger.

Su muerte envió ondas de choque a través de las filas unidas de su departamento de bomberos.

“Estamos sobreviviendo”, dijo Wattenbarger. “Esa es la única forma en que podemos describirlo. La gente dice ‘¿Están todos bien?’ No, no estamos bien. No estamos bien. Sin embargo, estamos sobreviviendo, porque eso es lo que él querría. Queremos honrar su legado como departamento.”