Las tasas de vacunación infantil contra el sarampión cayeron en los años posteriores a la pandemia de COVID-19 en casi el 80% de los más de 2,000 condados de Estados Unidos con datos disponibles, incluso en estados que están luchando contra brotes este año.

Un estudio de la Universidad Johns Hopkins, publicado en JAMA esta semana, ilustró dónde se encuentran las comunidades más vulnerables. Los resultados reflejan las tendencias establecidas a nivel estatal y nacional: las tasas de vacunación infantil de rutina están disminuyendo.

“Cuando se observa el nivel estatal o nacional, realmente no se ven esas caídas drásticas. Esos están ahí. Son reales y realmente problemáticos”, dijo Lauren Gardner, experta en modelos matemáticos de enfermedades infecciosas de Johns Hopkins y autora principal del artículo. Gardner también construyó la base de datos de COVID-19 de la universidad.

La mayoría de los casos de sarampión en Estados Unidos este año (1,088 a nivel nacional hasta el viernes) se encuentran en personas no vacunadas. Se ha estado propagando entre las comunidades debido a los viajes internacionales y nacionales. Tres personas han muerto a causa del sarampión durante los brotes de este año, y 2025 se acerca cada vez más a convertirse en el peor año para el sarampión en más de tres décadas.

El sarampión fue eliminado en Estados Unidos en 2000, y la vacuna es segura y altamente efectiva. Las escuelas públicas de todo el país requieren dos dosis de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola antes del jardín de infancia, pero el número de niños con exenciones no médicas de esos requisitos alcanzó un máximo histórico en el año escolar 2023-2024. Los expertos en salud dicen que la vacunación a nivel comunitario debe ser del 95% o más para prevenir brotes.

El estudio de Johns Hopkins analizó 2,066 condados en 33 estados, comparando las tasas de vacunación en kindergarten promediadas durante los años escolares de 2017-2020 con los promedios de 2022-2024. Donde los datos de kindergarten no estaban disponibles, los investigadores utilizaron una tasa comparable.

Así es como se ve en los condados donde ha habido brotes este año, incluso en los condados de Texas, que son el epicentro del sarampión. Texas ha registrado 742 casos de sarampión desde finales de enero, la mayoría en el oeste de Texas.

El condado de Gaines tiene 411 casos, la mayor cantidad en el estado. Casi el 2% de su población contrajo sarampión. Si bien el condado vio un aumento de dos puntos porcentuales en las tasas de vacunación después de la pandemia, su tasa del 82.4% se mantiene por debajo de la inmunidad colectiva.

El condado de Terry (60 casos) y el condado de Yoakum (20 casos) cayeron por debajo del umbral del 95% para la inmunidad colectiva después de la pandemia, al 93.7% y al 91.8% respectivamente.

El condado de Lubbock, que ha visto 53 casos y es el área metropolitana más cercana al condado de Gaines, estaba justo por debajo del 95% antes de la pandemia, pero cayó tres puntos porcentuales después al 91.8%.

El condado de El Paso, en la frontera con México, ha tenido el tercer mayor número de casos de sarampión en Texas este año con 57. Su tasa de vacunación es superior al 95%, pero experimentó un descenso de 2.1 puntos porcentuales hasta el 96.5%.

Los condados con brotes en Kansas incluyen Gray con 25 casos, Haskell con 11 y Stevens con siete.

Las tasas de vacunación en el condado de Gray cayeron 23 puntos porcentuales después de la pandemia, del 94% al 71%.

El condado de Haskell cayó 18 puntos porcentuales al 65%. Y el condado de Stevens cayó 0.5 puntos porcentuales al 90.5%.

El brote de Colorado, que está vinculado a un vuelo internacional que aterrizó en el aeropuerto de Denver a mediados de mayo, involucra seis casos: cinco en residentes del estado y uno en un viajero de fuera del estado.

Dos personas que contrajeron sarampión viven en el condado de Arapahoe en el área metropolitana de Denver, donde la tasa de vacunación cayó 3.5 puntos porcentuales al 88.4%. Otros tres viven en el condado de El Paso, hogar de Colorado Springs, donde la tasa de vacunación cayó 3.8 puntos porcentuales al 80% después de la pandemia.

Los investigadores de Johns Hopkins no tenían datos prepandémicos en Dakota del Norte, pero analizaron las tasas de los años escolares que terminaron en 2022, 2023 y 2024.

El primer brote de Dakota del Norte comenzó en el condado de Williams, que ahora tiene 16 casos de sarampión. En el período de tiempo que analizaron los investigadores, las tasas de vacunación en Williams aumentaron del 84.6% en 2022 al 87.7% en 2023, solo para volver a caer al 83.5% en 2024.

El condado de Cass tiene siete casos, y su tasa se ha mantenido estable en aproximadamente el 92.7%, mientras que el condado de Grand Forks, que tiene 10 casos de sarampión, cayó del 95.4% al 93.4%.