

9 de octubre de 2025 - 10:34 PM
Los números por sí solos no pueden reflejar el impacto que la guerra entre Israel y Hamás ha tenido en la Franja de Gaza.
Pero pueden ayudarnos a entender cómo el conflicto ha trastornado completamente las vidas de 2.1 millones de palestinos que viven en el territorio y ha diezmado sus 365 kilómetros cuadrados (140 millas cuadradas).
De cada 10 personas, una ha perdido la vida o ha resultado herida en un ataque israelí. Nueve están desplazadas. Al menos tres no han comido durante días. De cada 100 niños, cuatro han perdido a uno o a ambos padres. De cada 10 edificios que existían en Gaza antes de la guerra, ocho están dañados o arrasados. De cada 10 hogares, nueve están destruidos. De cada 10 acres de tierras de cultivo, ocho están arrasados (más de tres de cada cuatro hectáreas).
La guerra comenzó cuando milicianos de Hamás lanzaron un ataque sorpresa contra Israel el 7 de octubre de 2023, matando a unas 1,200 personas, principalmente civiles, y tomando a 251 personas como rehenes.
En respuesta, los gobernantes israelíes prometieron una ofensiva punitiva en la franja para aniquilar a Hamás y liberar a los rehenes.
Este es un vistazo más detallado a la devastación que siguió, en cifras.
Los cementerios están desbordados. La franja está salpicada de fosas comunes. Los ataques aéreos israelíes han matado a familias enteras en sus hogares. Más de 2.500 personas que buscaban comida han perdido la vida, según el Ministerio de Salud de Gaza. En algunos casos, Israel ha reconocido haber disparado tiros de advertencia a multitudes caóticas que intentaban obtener ayuda desesperadamente requerida.
Los ataques israelíes a instalaciones de salud y las limitaciones en la entrada de suministros médicos han dejado a los doctores abrumados, tratando a víctimas de quemaduras avanzadas con equipos rudimentarios. Israel dice que ataca hospitales porque Hamás opera en ellos y los utiliza como centros de mando, aunque ha ofrecido evidencia limitada. Se ha visto a personal de seguridad de Hamás en hospitales y han mantenido algunas áreas inaccesibles. Israel ha dicho que las restricciones a las importaciones son necesarias para evitar que Hamás obtenga armas.
La guerra es el conflicto más mortífero para periodistas, trabajadores de la salud y trabajadores de ayuda de la ONU en la historia, según el Comité para la Protección de los Periodistas y la ONU. El British Medical Journal dice que la prevalencia de pacientes con heridas por explosivos en Gaza se compara con los datos sobre fuerzas de combate estadounidenses heridas en Irak y Afganistán.
Expertos comisionados por un organismo de la ONU y grupos defensores de los derechos humanos han acusado a Israel de genocidio, cargos que niega vehementemente.
En total, la campaña de Israel ha provocado la muerte de más de 67,000 palestinos y herido a casi 170,000, según el Ministerio de Salud de Gaza. Más de 40,000 de los heridos tienen lesiones que alteran la vida, señala la Organización Mundial de la Salud.
El número de muertos no incluye a las miles de personas que se cree están sepultadas bajo escombros. El ministerio, que forma parte del gobierno dirigido por Hamás y está compuesto por profesionales médicos, no distingue entre civiles y combatientes en su conteo. La ONU y muchos expertos independientes consideran que sus cifras son una estimación confiable.
Israel culpa a Hamás por el alto número de civiles muertos, diciendo que la presencia del grupo en áreas residenciales ha convertido a la población en escudos humanos. Aun así, sus ataques a menudo golpean hogares, matando a muchos dentro sin que se sepa quién era el objetivo.
Incontables familias palestinas han huido a lo largo de Gaza y de regreso, obligadas a moverse cada pocos meses para esquivar las sucesivas ofensivas israelíes. Muchas han sido desplazadas varias veces, moviéndose entre apartamentos y campamentos de tiendas improvisadas mientras intentan sobrevivir. Ciudades de tiendas de campaña en condiciones deplorables se extienden ahora por gran parte del sur de Gaza.
Los desplazamientos han separado a familias. El bombardeo intenso ha dejado a miles enterrados bajo los escombros. Los soldados reúnen y detienen a hombres, desde docenas hasta varios cientos a la vez, buscando a cualquiera que sospechen tenga vínculos con Hamás. El resultado es familias separadas.
El ejército de Israel ha ganado el control de la mayor parte de Gaza, empujando a la mayor parte de la población palestina a una pequeña zona a lo largo de la costa sur. Bajo control israelí, la tierra de Gaza ha sido transformada. Las fuerzas han arrasado o demolido barrios enteros de Ciudad de Gaza y pequeños pueblos agrícolas ubicados en la frontera, han trazado nuevas carreteras a través del territorio y han construido nuevos puestos militares.
El bombardeo ha cubierto la Franja de Gaza con una manta de escombros aproximadamente 12 veces el tamaño de la Gran Pirámide de Giza. Valiéndose de imágenes de Gaza desde el espacio, el Centro de Satélites de la ONU dice que al menos 102,067 edificios han sido destruidos. En los escombros yacen las ruinas de escuelas primarias y universidades, clínicas médicas y mezquitas, invernaderos y hogares familiares.
Cientos de palestinos se agolpan en cocinas de caridad, forcejeando por un plato de lentejas. Los bebés están tan desnutridos que pesan menos que al nacer. Según el Ministerio de Salud de Gaza y la Organización Mundial de la Salud, más de 400 personas, incluidos más de 100 niños, han muerto por complicaciones de desnutrición, la mayoría de ellos este año.
Después de meses de advertencias de grupos de ayuda humanitaria, la principal autoridad mundial en crisis alimentarias indicó en agosto que Ciudad de Gaza estaba sumida en la hambruna. Israel refuta dicha determinación.
Las localidades esparcidas por la franja, donde los agricultores palestinos solían plantar fresas y sandías, trigo y cereales, ahora están vacías y arrasadas. Entre mayo y octubre de 2025, el bombardeo y las demoliciones israelíes prácticamente borraron del mapa el poblado de Khuzaa, cuyos cultivos de trigo y otros cereales la convertían en el granero de la ciudad de Jan Yunis.
Al iniciarse el tercer año de la guerra, Israel ha lanzado una ofensiva para tomar Ciudad de Gaza y matar a los milicianos de Hamás que dice se esconden allí.
El gobierno israelí dice su objetivo también es liberar a los 48 rehenes que permanecen en Gaza, de los cuales el gobierno cree que unos 20 están vivos. Desde que comenzó la guerra, 465 soldados israelíes han perdido la vida en Gaza.
Un nuevo plan de paz estadounidense está sobre la mesa, incluso en un momento en que tanques e infantería israelí amenazan el corazón de Ciudad de Gaza.
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