Alaska - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, han comenzado conversaciones cara a cara en Alaska durante una cumbre de alto riesgo que podría determinar el rumbo de la guerra en Ucrania y el destino de la seguridad europea. Ambos mandatarios llegaron a Alaska el viernes.

Los aliados de Trump han presentado al presidente estadounidense como un negociador de peso que puede encontrar una forma de poner fin a la masacre, algo que él solía jactarse de poder lograr rápidamente. Para Putin, una cumbre con Trump representa una oportunidad largamente esperada para intentar negociar un acuerdo que consolide las ganancias de Rusia, bloquee el intento de Kiev de unirse a la alianza militar de la OTAN y, eventualmente, devuelva a Ucrania a la órbita de Moscú.

Existen riesgos significativos para Trump: al recibir a Putin en suelo estadounidense, el presidente está otorgando al líder ruso la validación que desea tras haber sido marginado luego de su invasión a Ucrania hace tres años y medio. Cualquier éxito está lejos de estar garantizado, especialmente considerando que Rusia y Ucrania aún mantienen posiciones muy distantes respecto a sus demandas para la paz.