Los Ángeles — Docenas de agentes federales con equipo táctico recorrieron el lunes un parque casi vacío en un vecindario de Los Ángeles con una gran población inmigrante durante aproximadamente una hora antes de retirarse. No se supo de inmediato si se realizaron arrestos.

Funcionarios de defensa habían dicho que unos 90 miembros de la Guardia Nacional de California y más de una docena de vehículos militares ayudarían a proteger a los agentes de inmigración mientras llevaban a cabo una redada en MacArthur Park.

La alcaldesa Karen Bass estuvo entre la pequeña multitud que observó a los oficiales moverse a través de una sección del parque a última hora de la mañana y luego regresar a los vehículos y retirarse.

Algunos activistas que habían advertido previamente a la gente que abandonara la zona filmaron a los agentes. Se enviaron mensajes a la oficina del alcalde y al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en busca de detalles adicionales.

La operación en el gran parque, a unos 3.21 km al oeste del centro de Los Ángeles, incluyó 17 Humvees, cuatro vehículos tácticos, dos ambulancias y soldados armados, dijeron funcionarios de defensa. Se produjo después de que el presidente Donald Trump desplegara miles de miembros de la Guardia y marines en servicio activo en la ciudad el mes pasado tras las protestas por las redadas de inmigración anteriores.

Donald Trump ha intensificado los esfuerzos para hacer realidad su promesa de campaña de deportar a millones de inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos y ha mostrado su voluntad de utilizar el poderío militar de la nación en formas que otros presidentes de Estados Unidos han evitado normalmente.

Los funcionarios dijeron a los periodistas que no se trataba de una operación militar, pero reconocieron que el tamaño y el alcance de la participación de la Guardia podrían hacer que pareciera una para el público. Por eso los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato para proporcionar detalles sobre la redada que no se anunciaron públicamente.

“Sólo va a ser más abierta y más grande de lo que solemos participar”, dijo uno de los funcionarios.

La función principal de los miembros del servicio sería proteger a los agentes del orden de inmigración en caso de que se reuniera una multitud hostil, dijo ese funcionario. No están participando en ninguna actividad policial, como arrestos, pero los miembros del servicio pueden detener temporalmente a los ciudadanos si es necesario antes de entregarlos a la policía, dijo el funcionario.

La operación se llevó a cabo en un parque en un vecindario con grandes poblaciones de inmigrantes mexicanos, centroamericanos y de otros países, y está bordeado por negocios con letreros en español y otros idiomas que los funcionarios locales han denominado la “Isla Ellis de la Costa Oeste”.

El extenso MacArthur Park tiene un lago turbio rodeado de palmeras, un anfiteatro que alberga conciertos de verano y campos deportivos donde las familias inmigrantes se alinean para jugar fútbol por las tardes y los fines de semana. Las autoridades rutinariamente despejan campamentos y los equipos de alcance médico atienden a los residentes sin hogar.

Más de 4,000 miembros de la Guardia Nacional de California y cientos de marines de Estados Unidos han sido desplegados en Los Ángeles desde junio, en contra de los deseos del gobernador de California, Gavin Newsom. La semana pasada, el ejército anunció que unos 200 de esos soldados serían devueltos a sus unidades para combatir los incendios forestales.