Washington - El presidente Donald Trump ha anunciado un audaz plan para que la Marina construya un nuevo y gran buque de guerra al que llama “acorazado” como parte de una visión más amplia para crear una “Flota Dorada.”

“Serán los más rápidos, los más grandes y, con diferencia, 100 veces más potentes que cualquier acorazado jamás construido”, afirmó Trump durante el anuncio en su complejo Mar-a-Lago, en Florida.

Según Trump, el buque, el primero de los cuales se llamará USS Defiant, será más largo y más grande que los acorazados de la clase Iowa de la época de la Segunda Guerra Mundial y estará armado con misiles hipersónicos, misiles nucleares de crucero, cañones de riel y láseres de alta potencia, tecnologías todas ellas que se encuentran en diversas fases de desarrollo por parte de la Marina.

El anuncio se produce apenas un mes después de que la Marina desechara sus planes de construir un nuevo y pequeño buque de guerra, alegando crecientes retrasos y sobrecostes, y decidiera en su lugar optar por una versión modificada de un cúter de la Guardia Costera que se estaba fabricando hasta hace poco. El servicio marítimo tampoco ha conseguido construir a tiempo y dentro del presupuesto sus otros buques de nuevo diseño, como el nuevo portaaviones clase Ford y los submarinos clase Columbia.

Mientras tanto, la Marina ha tenido dificultades para desplegar algunas de las tecnologías que Trump dice que habrá a bordo del nuevo buque.

La Marina gastó cientos de millones de dólares y más de 15 años intentando instalar un cañón de riel a bordo de un buque antes de abandonar finalmente el proyecto en 2021.

En los últimos años, la tecnología láser se ha introducido con más éxito en los buques de la Marina, pero su empleo sigue siendo limitado. Un sistema diseñado para cegar o inutilizar los sensores de los drones ya está a bordo de ocho destructores tras ocho años de desarrollo.

Desarrollar capacidades nucleares de misiles de crucero o desplegarlos en buques también puede violar los tratados de no proliferación que Estados Unidos ha firmado con Rusia.

Un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato para discutir los planes en curso, dijo a The Associated Press que los esfuerzos de diseño están ahora en marcha para el nuevo buque y la construcción está prevista para comenzar a principios de la década de 2030.

Tanto Trump como el secretario de la Marina, John Phelan, hablaron del nuevo buque de guerra de la clase Trump como un sucesor espiritual de los acorazados del siglo XX, pero históricamente ese término se ha referido a un tipo muy específico de buque: un buque grande, fuertemente blindado y armado con cañones masivos diseñados para bombardear otros buques u objetivos en tierra.

Este tipo de buque estuvo en su apogeo durante la Segunda Guerra Mundial, y el mayor de los acorazados estadounidenses, el de la clase Iowa, tenía unas 60,000 toneladas. Pero después de la Segunda Guerra Mundial, el papel de los acorazados en las flotas modernas disminuyó rápidamente en favor de los portaaviones y los misiles de largo alcance. La Marina estadounidense modernizó cuatro acorazados de la clase Iowa en la década de 1980 añadiéndoles misiles de crucero y antibuque, además de radares modernos, pero en la década de 1990 los cuatro fueron retirados del servicio.

Según una página web recién creada para la “Flota Dorada”, este nuevo “acorazado de misiles guiados” tendrá aproximadamente el mismo tamaño que los acorazados de la clase Iowa, pero solo pesará la mitad, unas 35,000 toneladas, y contará con tripulaciones mucho más reducidas: entre 650 y 850 marineros.

Sus armas principales también serán misiles, no grandes cañones navales.

Trump mantiene desde hace tiempo firmes opiniones sobre aspectos concretos de la flota de la Marina, a veces con la idea de mantener la tecnología más antigua en lugar de modernizarla.

Durante su primer mandato, reclamó sin éxito la vuelta a las catapultas de vapor para lanzar reactores desde los portaaviones más nuevos de la Marina, en lugar del sistema electromagnético más moderno.

También se ha quejado a Phelan del aspecto de los destructores de la Marina y ha censurado que los buques de la Marina estén cubiertos de óxido.

Phelan dijo a los senadores en su audiencia de confirmación que Trump “me ha enviado numerosos mensajes de texto muy tarde por la noche, a veces después de la una (de la madrugada)” sobre “barcos oxidados o barcos en un astillero, preguntándome qué estoy haciendo al respecto.”

En una visita a un astillero que estaba trabajando en la fragata de clase Constellation, ahora cancelada en 2020, Trump dijo que él personalmente cambió el diseño del buque.

“Lo miré y me dije: ‘Ese barco tiene un aspecto horrible, hagámoslo bonito’”, dijo Trump entonces.

Dijo el lunes que también tendrá un papel directo en el diseño de este nuevo buque de guerra.

“La Marina estadounidense dirigirá el diseño de estos barcos junto conmigo, porque soy una persona muy estética”, dijo Trump.

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Esta historia fue traducida del inglés al español con una herramienta de inteligencia artificial y fue revisada por un editor antes de su publicación.