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Juez sentencia a Bryan Kohberger a cadena perpetua por asesinar a cuatro estudiantes de Idaho en 2022

El ahora convicto se declaró culpable a principios de mes tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía

23 de julio de 2025 - 3:58 PM

Bryan Kohberger. (Kyle Green)

Amigos y familiares de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho asesinados en su casa alquilada por Bryan Kohberger ofrecieron el miércoles poderosos testimonios de amor, angustia y condena, mientras un juez lo sentenciaba a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

“Este mundo era un lugar mejor con ella en él”, dijo Scott Laramie, padrastro de Madison Mogen, ante el tribunal. “Karen y yo somos personas comunes, pero vivimos vidas extraordinarias porque teníamos a Maddie”.

El padre de Kaylee Goncalves se burló de Kohberger por dejar su ADN en la funda de un cuchillo cerca del cuerpo de Mogen y ser atrapado a pesar de ser estudiante graduado en criminología en la cercana Universidad Estatal de Washington.

“Fuiste tan descuidado, tan tonto, tan estúpido”, dijo Steve Goncalves. “¿Maestría? Eres una broma”.

El juez Steven Hippler ordenó que Kohberger cumpla cuatro cadenas perpetuas sin libertad condicional por cuatro cargos de asesinato en primer grado por las brutales puñaladas que mataron a Mogen, Goncalves, Xana Kernodle y Ethan Chapin en la madrugada del 13 de noviembre de 2022. También recibió una condena de 10 años por robo y fue multado con $270,000 en sanciones civiles. Renunció a su derecho a apelar.

El acusado se declaró culpable a principios de este mes, semanas antes de que comenzara el juicio, en un acuerdo para evitar la pena de muerte, y tanto los fiscales como los abogados defensores acordaron la sentencia.

Kohberger entró a la casa por una puerta corrediza de la cocina y apuñaló brutalmente a los cuatro amigos. Aún no está claro por qué lo hizo. Al tener la oportunidad de hablar el miércoles, le dijo al juez: “Declino respetuosamente”.

El juez reconoció que tal vez nunca se sepa el motivo.

“Comparto el deseo de otros de entender el porqué”, dijo Hippler. “Pero tras reflexionar, me parece —y esto es solo mi opinión— que al seguir enfocándonos en el porqué, le seguimos dando relevancia, agencia y poder al señor Kohberger”.

El fiscal del condado de Latah, Bill Thompson, dijo al tribunal antes de la sentencia que Kohberger sería llevado con su uniforme naranja, con las muñecas y tobillos encadenados, y que la puerta de la prisión se cerraría detrás de él para siempre. “Ese es el cierre que buscamos”, expresó.

Investigadores dijeron a periodistas tras la audiencia que no lograron encontrar el arma homicida ni conexión alguna entre Kohberger y las víctimas.

Las declaraciones en el tribunal variaron entre relatos de terror y ansiedad, y expresiones de profundo amor, pérdida y furia.

Dylan Mortenson, una compañera de cuarto que dijo a la policía haber visto a un hombre extraño con cejas pobladas y una máscara de esquí esa noche, sollozó al describir cómo Kohberger “se llevó la luz que ellos llevaban a cada habitación”.

“Es un cascarón vacío, algo menos que humano”, dijo Mortenson. “Un cuerpo sin empatía, sin remordimiento”.

Mortenson y otra compañera sobreviviente, Bethany Funke, describieron ataques de pánico paralizantes tras el ataque.

“Dormí en el cuarto de mis padres durante casi un año, les pedía que pusieran doble seguro en cada puerta, activaran una alarma y revisaran toda la habitación por si alguien se escondía”, escribió Funke en una declaración leída por una amiga. “No he dormido una sola noche completa desde que esto ocurrió. Me despierto constantemente en pánico, aterrada de que alguien entre o venga a hacerme daño, o de perder a otra persona que amo”.

La voz de Alivea Goncalves no titubeó al hacerle preguntas a Kohberger, incluyendo cuáles fueron las últimas palabras de su hermana. Recibió aplausos al menospreciar a Kohberger, quien se mantuvo inexpresivo.

“No ganaste, solo te expusiste como el cobarde que eres”, dijo. “Eres un perdedor delirante, patético e hipocondríaco”.

La madre y la hermana de Kohberger estaban sentadas cerca de la mesa de la defensa. Su madre lloró en silencio mientras los demás padres hablaban de su dolor. Sollozó brevemente cuando la abuela de Maddie Mogen dijo que su corazón también estaba con las otras familias, incluida la de Kohberger.

Kim Kernodle, tía de Xana, dijo que perdonó a Kohberger y le pidió que la llamara desde prisión, con la esperanza de que respondiera sus preguntas sobre los asesinatos.

“Bryan, estoy aquí hoy para decirte que te he perdonado, porque ya no podía vivir con ese odio en mi corazón”, dijo. “Y para convertirme en una mejor persona, te he perdonado. Y cuando quieras hablar y decirme lo que pasó, consigue mi número. Aquí estaré. Sin juzgarte”.

Inicialmente, la policía no tenía sospechosos, lo que aterrorizó a la ciudad rural de Moscow, en el oeste de Idaho. Algunos estudiantes optaron por tomar sus clases en línea porque no se sentían seguros.

Las autoridades usaron videos de vigilancia, genealogía genética, datos de celulares y registros de compras en línea de un cuchillo de estilo militar y su funda para vincular a Kohberger con los asesinatos.

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