Las interrupciones de los vuelos durante el cierre récord del gobierno que terminó la semana pasada inspiraron un raro acto de bipartidismo en Washington el martes, cuando representantes del Congreso de ambos partidos presentaron una legislación que permitiría a los controladores aéreos cobrar durante futuros cierres.

El proyecto de ley propone financiar salarios, gastos de funcionamiento y otros programas de la Administración Federal de Aviación recurriendo a un fondo poco utilizado de 2,600 millones de dólares creado para reembolsar a las aerolíneas en caso de que el gobierno requisara sus aviones y éstos sufrieran daños. Los promotores del proyecto de ley, entre los que figuran cuatro de los principales republicanos y demócratas del Comité de Transporte e Infraestructuras de la Cámara de Representantes, confían en que el recurso a este fondo pueda hacer su proyecto más atractivo que otras propuestas, ya que limitaría el coste potencial del reparto de nóminas.

El representante Sam Graves, de Misuri, presidente republicano de la comisión, afirmó en un comunicado que el proyecto ayudaría a mantener la seguridad de los viajeros durante futuros cierres. Los otros patrocinadores son los congresistas demócratas Rick Larsen, de Washington, y Andre. Rick Larsen, de Washington, y Andre Carson, de Indiana, junto con el representante republicano Troy Nehls, de Texas, que dirige el subcomité de aviación.

“Todos hemos visto que el sistema puede ser vulnerable cuando el Congreso no puede hacer su trabajo”, dijo Graves. “Este proyecto de ley garantiza que los controladores, que tienen uno de los trabajos de mayor presión en la nación, se pagará durante cualquier futuro lapsos de financiación y que el control del tráfico aéreo, la seguridad de la aviación, y el público que viaja nunca más se verán afectados negativamente por los cierres.”

La presentación del proyecto de ley se produce antes de una audiencia prevista para el miércoles por una subcomisión del Senado para examinar las repercusiones del cierre de 43 días en la aviación.

Pero no está claro si este proyecto de ley -o cualquiera de las propuestas similares que han estado flotando en el Congreso desde el cierre de 2019- tendrá la oportunidad de ser aprobado antes de la próxima fecha límite de financiación del gobierno a finales de enero. Casi todas las otras propuestas, incluida una del senador estadounidense Jerry Moran de Kansas, dependerían del fondo fiduciario de aviación que recauda dinero de las tarifas que pagan las aerolíneas, y la Oficina de Presupuesto del Congreso ha dado a esos proyectos de ley un precio mucho más alto.

Se han propuesto soluciones, pero no se ha aprobado ninguna.

A lo largo de los años, los legisladores han intentado un puñado de soluciones a largo plazo para mantener a los controladores aéreos y otros trabajadores esenciales de la aviación pagados durante los lapsos de financiación. Las propuestas a menudo recibieron atención bipartidista, especialmente después del cierre de 35 días que terminó en 2019 durante el primer mandato del presidente Donald Trump, pero ninguna superó la línea de meta.

El proyecto de ley de Moran, conocido como Ley de Estabilidad de la Financiación de la Aviación, por ejemplo, es una propuesta recurrente en el Congreso que permitiría a la FAA recurrir al Fondo Fiduciario de Aeropuertos y Vías Aéreas. Los legisladores de ambas cámaras han vuelto a presentar versiones de la misma a lo largo de los años, incluso en 2019 y 2021.

La legislación resurgió en marzo, cuando Moran, presidente republicano de la subcomisión de Aviación, Espacio e Innovación del Senado, la presentó. Volvió a plantearse en septiembre, semanas antes de que comenzara el cierre, cuando Carson y el representante demócrata Steve Cohen la presentaron en la Cámara de Representantes.

El nuevo proyecto de ley presentado el martes cortaría el dinero si el fondo de seguros cayera por debajo de los 1,000 millones de dólares. Sin embargo, el personal de la Comisión de Transportes calcula que esta cantidad sería suficiente para mantener la FAA en funcionamiento entre cuatro y seis semanas.

Controladores aéreos al límite durante el cierre

El tema suscita tanta atención por todos los retrasos y cancelaciones de vuelos que se producen durante una parada, ya que más controladores aéreos llaman al paro. La escasez actual de controladores es tan grave que unas pocas ausencias en la torre de un aeropuerto o en otras instalaciones de radar de la FAA pueden causar problemas.

Se espera que los controladores -y los técnicos de la FAA que mantienen los equipos de los que dependen- sigan trabajando sin sueldo durante el cierre para mantener los vuelos operativos. Pero a medida que el cierre se prolongaba este otoño, más controladores empezaron a pedir el paro, alegando las presiones financieras y la necesidad de aceptar otros trabajos.

Los retrasos se agravaron tanto durante el último cierre que el gobierno ordenó a las aerolíneas que redujeran algunos de sus vuelos en 40 aeropuertos muy concurridos de todo el país, en lo que la FAA dijo que era una medida sin precedentes pero necesaria para aliviar la presión sobre el sistema y los controladores. Miles de vuelos fueron cancelados antes de que la FAA levantara la orden por completo y las aerolíneas pudieran reanudar sus operaciones normales el lunes.

Por qué se creó el fondo de seguros

El fondo que utilizaría el proyecto de ley presentado el martes se creó hace años para pagar las reclamaciones que una compañía aérea pudiera presentar si el gobierno utilizaba uno de sus aviones para una operación militar u otro uso. Pero eso ya no es habitual.

La última vez que se hizo una reclamación fue tras la retirada estadounidense de Afganistán en 2021. El fondo ha seguido creciendo a medida que recauda intereses.

Durante un tiempo también se utilizó para un fondo de seguros en un momento en que las aerolíneas tenían problemas para conseguir cualquier cobertura de seguros después del 11-S. Durante años, las aerolíneas pagaron regularmente al fondo para obtener cobertura del gobierno.

Pero a principios de la década de 2010 el mercado de seguros para las aerolíneas se había estabilizado. El Congreso dejó expirar el programa de seguros a finales de 2014.

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Esta historia fue traducida del inglés al español con una herramienta de inteligencia artificial y fue revisada por un editor antes de su publicación.