Chicago - Agentes de inmigración irrumpieron en un complejo de apartamentos en helicóptero mientras las familias dormían, desplegaron agentes químicos cerca de una escuela pública y esposaron a un miembro del consejo municipal de Chicago en un hospital.

Activistas, residentes y líderes dicen que las tácticas cada vez más combativas utilizadas por los agentes federales de inmigración están provocando violencia y alimentando las tensiones vecinales en la tercera ciudad más grande de Estados Unidos.

“Son ellos los que están convirtiendo esto en una zona de guerra”, dijo el domingo el gobernador de Illinois, JB Pritzker, en CNN. “Lanzan gases lacrimógenos y granadas de humo, y hacen que parezca una zona de guerra”.

Más de 1,000 inmigrantes han sido arrestados desde que comenzó una ofensiva de inmigración el mes pasado en el área de Chicago. El gobierno de Donald Trump también se ha comprometido a desplegar tropas de la Guardia Nacional en su agenda para impulsar las deportaciones.

Pero ciudadanos estadounidenses, inmigrantes con estatus legal y niños han estado entre los detenidos en encuentros cada vez más descarados y agresivos que surgen a diario en los vecindarios de la ciudad de 2.7 millones de habitantes y sus muchos suburbios.

Activistas y residentes estaban haciendo un balance el domingo en un edificio de apartamentos en el lado sur de Chicago, donde el Departamento de Seguridad Nacional dijo que 37 inmigrantes fueron arrestados recientemente en una operación que ha provocado pedidos de investigación por parte de Pritzker.

Si bien los agentes federales se han centrado principalmente en enclaves latinos y con gran concentración de inmigrantes, la operación del martes temprano se desarrolló en el vecindario de South Shore, en gran parte negro, que ha tenido una pequeña afluencia de migrantes reasentados en Chicago mientras buscan asilo.

Los agentes utilizaron camiones sin identificación y un helicóptero para rodear el edificio de apartamentos de cinco pisos. NewsNation, que fue invitado a observar la operación, informó que los agentes “se lanzaron en rappel desde helicópteros Black Hawk”. Luego, los agentes fueron de puerta en puerta, despertaron a los residentes y utilizaron bridas para sujetarlos.

Los residentes y la Coalición de Illinois para los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados, que recorrieron el área, dijeron que entre los que fueron atados con bridas había niños y ciudadanos estadounidenses.

Rodrick Johnson, un ciudadano estadounidense detenido brevemente, dijo que los agentes derribaron su puerta y lo ataron con bridas.

“Pregunté si tenían una orden judicial y pedí un abogado”, dijo el hombre de 67 años al Chicago Sun-Times. “Nunca trajeron una”.

Dixon Romero, de Southside Together, una organización que también ha estado ayudando a los residentes, dijo que las puertas fueron derribadas.

“Todos con los que hablamos no se sentían seguros”, dijo. “Esto no es normal. No está bien. No es correcto”.

Pritzker, un demócrata que lleva dos mandatos en el cargo, ordenó a las agencias estatales que investiguen las denuncias de que niños fueron atados con bridas y detenidos por separado de sus padres, diciendo que las “tácticas de estilo militar” no deberían usarse en niños. Varios miembros demócratas de la delegación del Congreso de Illinois se reunieron cerca del sitio el domingo y pidieron el fin de las redadas de inmigración.

Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) dijeron que estaban apuntando a conexiones con la pandilla Tren de Aragua. Sin ofrecer detalles sobre los arrestos ni abordar cómo fueron tratados los niños, el DHS dijo que “se cree que algunos de los sujetos objetivo están involucrados en el tráfico y la distribución de drogas, delitos con armas y violadores de inmigración”.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, publicó el sábado videoclips muy editados de la operación en X que mostraban a agentes irrumpiendo a través de puertas, helicópteros y adultos atados con bridas, pero se reprodujo música sobre la mayor parte del video de aproximadamente un minuto.

Funcionarios de la agencia no devolvieron un mensaje dejado el domingo.

Brandon Lee, de ICIRR, dijo que si bien algunos residentes fueron colocados en monitores de tobillo, otros permanecieron sin ser contabilizados.

Mientras tanto, el uso de agentes químicos se ha vuelto más frecuente y visible en la última semana. Utilizados inicialmente para controlar a los manifestantes, los agentes lo utilizaron esta semana en las calles de la ciudad y durante las operaciones de inmigración, según ICIRR.

Una línea directa de emergencia para informar sobre avistamientos de agentes de inmigración superó las 800 llamadas el viernes, el mismo día en que activistas dijeron que los agentes arrojaron un bote de un químico cerca de una escuela en el vecindario Logan Square de la ciudad. La actividad en el vecindario del lado noroeste provocó que la cercana escuela primaria Funston celebrara el recreo en el interior.

El mismo día, la concejal de Chicago Jessie Fuentes fue esposada en un hospital. Ella dijo que pidió a los agentes que mostraran una orden judicial para una persona que se había roto la pierna mientras era perseguida por agentes del ICE que luego lo transportaron a la sala de emergencias.

“ICE actuó como un ejército invasor en nuestros vecindarios”, dijo la representante estatal Lilian Jiménez, demócrata. “Helicópteros sobrevolaron nuestros hogares, aterrorizando a las familias y perturbando la paz de nuestra comunidad. Estas acciones vergonzosas e ilegales no son solo una violación de los derechos constitucionales, sino de nuestra libertad más básica: el derecho a vivir libres de persecución y miedo”.

Agentes de inmigración le dispararon a una mujer que, según alegan, estaba armada e intentó atropellarlos después de que los agentes fueron “encerrados por 10 autos”. Ella y otra persona fueron acusadas el domingo de agredir, impedir e interferir por la fuerza con un oficial federal de la ley. Sin embargo, activistas dijeron que agentes de inmigración causaron el choque de varios vehículos y detuvieron a la mujer, que es ciudadana estadounidense.

Noem ha defendido las tácticas agresivas, calificando la misión de traicionera para los agentes y alegando amenazas contra la vida de los oficiales.

“Es una situación extremadamente peligrosa”, dijo el domingo en el programa de fin de semana “Fox & Friends”.

Los líderes de un suburbio de Chicago que alberga un centro de procesamiento de inmigración han llevado su lucha contra los agentes federales a los tribunales.

El pueblo de Broadview se ha convertido en una línea del frente en la operación de inmigración. El centro en la comunidad de 8,000 personas es donde los inmigrantes son procesados para detención o deportación.

Las protestas afuera se han vuelto tensas con arrestos casi diarios. Las organizaciones de derechos civiles han criticado las tácticas agresivas de los agentes, mientras que los funcionarios del pueblo han lanzado tres investigaciones criminales separadas contra agentes federales.

Los funcionarios de la ciudad han exigido que el gobierno federal retire una cerca de 2.43 metros que, según dicen, se colocó “ilegalmente” fuera de las instalaciones. Presentaron una demanda federal el viernes buscando una orden de restricción temporal y la remoción inmediata de la cerca que, según dicen, bloquea el acceso de los bomberos.

“La cerca también constituye un peligro inmediato para la seguridad pública”, decía la demanda.

También está pendiente una resolución esperada sobre presuntas violaciones de un decreto de consentimiento de 2022 sobre cómo los agentes federales de inmigración pueden realizar arrestos en seis estados, incluido Illinois. Si bien la orden expiró en mayo, los abogados han buscado una extensión y han presentado docenas de presuntas violaciones más en el último mes.