En lo que va de diciembre, la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca) ha atendido más de 22,000 llamadas a la Línea PAS, volumen que la jefa de la dependencia, Catherine Oliver, recordó este jueves que suele aumentar en la temporada navideña, al instar a prestar particular atención a sectores más propensos a lidiar con ideaciones suicidas, entre los que enumeró a adultos mayores y hombres de 45 a 65 años.

“Son días difíciles. Hoy (jueves) es día de Navidad, (que) para muchos es alegría, pero para otros no. Debemos tener conciencia, ser solidarios. Dé esa llamada a ese amigo, compañero o familiar que quizás no vio ayer en ninguna fiesta o hace días no lo ve”, exhortó Oliver, durante la sesión bisemanal “En Récord”, en La Fortaleza.

Hasta el 24 de diciembre, celebración de Nochebuena, la Assmca había recibido 22,181 llamadas en el mes, de las cuales 322 se vincularon con ideas suicidas, indicó la administradora.

Oliver reconoció que, al hacer la comparativa del período de septiembre a diciembre entre 2024 y 2025, se observa una reducción marcada en las llamadas a la Línea PAS, pero subrayó que no se debe bajar la guardia. En 2024, la Assmca registró 168,805 llamadas en los últimos cuatro meses del año, cifra que, hasta el miércoles, se situaba en 109,311.

La funcionaria precisó que, en noviembre, se documentaron 12 suicidios –cuatro menos que en 2024–, entre un total de 181 personas que se han privado la vida en lo que va de año.

Según Oliver, junto a los hombres en el segmento de 45 a 65 años y adultos mayores en general, los grupos más susceptibles a quitarse la vida incluyen también a los adolescentes.

“Padres que no tienen las herramientas también pueden llamar a buscar ayuda para poder ayudar a sus hijos”, agregó sobre la Línea PAS, que ofrece servicios 24/7 a través del 1-800-981-0023.

“Según estudios que se han realizado y las llamadas que se generan, adicional a la identificación de variables por el Instituto de Ciencias Forenses, el rango de personas que cometen suicidio mayormente son varones, de 45 a 65 años, mayormente en la modalidad de ahorcamiento. Por eso, estamos dando más énfasis a esta población de varones, porque muchas veces el varón no busca ayuda, entendiendo que es un asunto cultural y lo ven como debilidad, pero realmente es la población que más necesita buscar ayuda en ese aspecto”, abundó.

Además de las poblaciones con ideaciones suicidas, Oliver recalcó que abundan las llamadas de personas que, sobre todas las cosas, necesitan que las “escuchen”.

“Tenemos varios factores que se dan en esas llamadas. Tenemos adultos mayores que se sienten solos y llaman buscando quién los escuche. Hemos también tenido llamadas prácticamente por temor a diferentes circunstancias como la criminalidad y la falta de luz en los espacios, que se sienten vulnerables”, dijo la funcionaria, quien considera, en términos generales, que el volumen de llamadas refleja positivamente la disposición de las personas vulnerables a procurar la ayuda necesaria.

En la sesión con la prensa, también estuvieron presentes la subcomisionada de la Policía, Diana Crispín, y Carlos Negrón, padre de Karla Michelle Negrón Vélez, la joven de 15 años que, a la fecha, figura como la última víctima fatal de los disparos al aire en las celebraciones de Año Nuevo.

Negrón Vélez falleció el 13 de enero de 2012, luego de luchar por dos semanas tras ser víctima de una bala perdida, cuyo autor nunca fue identificado.

“Que, en los hospitales de Puerto Rico, el 31 de diciembre, lo que haya sean damas esperando un bebé, un niño o una niña, y no una familia víctima de una bala pérdida. (…) Van a ser 14 años de no muertes por balas pérdidas. Mi niña fue la última y queremos que siga siendo la última. Duele mucho, pero queremos que siga siendo la última, porque el dolor nunca se va, siempre se queda”, enfatizó Negrón.

Aunque desde la tragedia de Negrón Vélez no se han registrado muertes, Crispín precisó que, desde 2020, se han contabilizado 18 personas heridas por balas perdidas, incluyendo dos en la pasada despedida de año.

La coronel recordó que el acto de disparar al aire conlleva una pena de cinco a 10 años de cárcel, sin derecho a probatoria.