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A su llegada a la Oficina de la Procuradora de las Mujeres (OPM), tras su designación al cargo que aún no ocupa en propiedad, Vilmarie Rivera Sierra se topó con un organismo prácticamente inoperante, que no respondía a las verdaderas problemáticas que provocan que las víctimas permanezcan en una relación de violencia de género.
Rivera Sierra fue más allá y sostuvo que el Comité de Prevención, Apoyo, Rescate y Educación (PARE), creado en virtud de la declaración de emergencia por violencia de género emitida por el gobernador Pedro Pierluisi, “no tenía por qué existir” si la OPM hubiera realizado su trabajo, que era, precisamente, desarrollar un plan de país para atender esta problemática.
“El Comité PARE es un reconocimiento a ciertas áreas que no fueron atendidas dentro de la OPM”, afirmó durante la vista pública de la Comisión de Nombramientos del Senado, que evaluó ayer sus credenciales.
Al asumir el cargo, para el que fue nominada el pasado 8 de enero, encontró, además, que la OPM no atendía las problemáticas que usualmente provocan que una mujer permanezca en una situación de violencia de género y carecía de una estructura para allegar nuevas fuentes de ingresos federales y estatales. “Si logramos que las mujeres se capaciten y que las mujeres puedan tener más fuentes de ingresos, vamos a tener mejor calidad de vida y las mujeres no van a tener que pensar en permanecer en una relación de violencia de género”, expuso.
El desafío presupuestario en la OPM es real, pero indicó que ya identificó nuevas fuentes de ingreso. “Es un área que le tenemos que dar prioridad, como bien he estado haciendo. Ya hemos identificado cinco propuestas para aumentar nuestra capacidad de fondos federales”, indicó.
El presupuesto de la OPM para el presente año fiscal es de $4.3 millones.
La nominada destacó, por otro lado, la necesidad de fiscalizar los programas de desvío, llenar puestos vacantes, fortalecer la responsabilidad educativa de la OPM y establecer un proceso ágil para evaluar y certificar intercesoras legales, encargadas de darle acompañamiento a las víctimas de violencia de género.
Rivera Sierra se enfrentó, por espacio de cinco horas, a los senadores y senadoras que tienen a cargo su confirmación. Llegó acompañada por su esposo, José Enrique Meléndez, madre y hermanas, así como por un grupo de mujeres y hombres que abogan por la equidad y la defensa de los derechos humanos.
Criada en Cayey, la nominada se definió como católica y madre de José Saúl, quien llegó a su vida a través de la adopción. “Yo tengo la capacidad. Lo que quiero es que me den la oportunidad de servir a las mujeres, a todas las mujeres de país; y yo tengo la capacidad, la experiencia, lo que la ley establece para poder hacerlo”, puntualizó.
Presentó una ponencia en la que, además de detallar las fallas que halló en la OPM, destacó el trabajo realizado al momento y los planes, entre los que están revisar los reglamentos establecidos por la dependencia para asegurar su efectividad y establecer acuerdos colaborativos con universidades para servir como centro de práctica de estudiantes de trabajo social.
Rivera Sierra busca, también, capacitar al personal de la OPM, fortalecer los procesos de recopilación de datos, evaluar el acceso a herramientas económicas para generar empleos dignos para la mujer y visibilizar la población de las adultas mayores. “Tengo compromiso con las causas de las mujeres, de todas las mujeres. Sí, porque en todos los sectores de las mujeres hay diversidad por raza, por estado migratorio, por orientación sexual, por diversidad funcional, por posiciones políticas y por sus creencias religiosas”, señaló.
Durante el intercambio de preguntas, los opositores a su nombramiento, mayormente senadores del Partido Nuevo Progresista (PNP), enfocaron sus turnos de peguntas en unas fallas administrativas señaladas en monitorías de la OPM mientras dirigía el Hogar Nueva Mujer.
Rivera Sierra aseguró que cada uno de los señalamientos fue corregido y que, de hecho, la OPM les certificó que habían cerrado el asunto. No obstante, tanto el senador popular Rubén Soto como el penepé Thomas Rivera Schatz presentaron una petición para que se les solicite a la OPM los documentos que confirmen las expresiones de la nominada. La solicitud fue acogida por la Comisión de Nombramientos.
También, se pidió que confirmara si, en algún momento, hubo alguna devolución de fondos legislativos que recibía el albergue, lo que Rivera Sierra no pudo precisar. “Creo que es importante que ella suministre esa información, para entonces uno tener una justa perspectiva y ser justo con la nominada”, expuso Soto.
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Por su parte, las senadoras populares Elizabeth Rosa y Gretchen Hau le dieron su aval a la nominada. “Si la experiencia es lo que se necesita, entiendo que usted está capacitada”, dijo Rosa.
El presidente del Senado, José Luis Dalmau, indicó que quiere atender la designación “lo antes posible”, pero dijo que antes tienen que corroborar la información provista por Rivera Sierra cuando sostuvo que todos los señalamientos hechos por la OPM se habían corregido. “Queremos tener evidencia de eso”, indicó.
“Yo la veo a ella como una persona que tiene el conocimiento de lo que es la Oficina y tiene unas inquietudes y sugerencias de cómo mejorarla y veo la ponencia muy completa”, expuso Dalmau.