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Michael Jesús Díaz Rosario (izq.) y Carlos Jesus Díaz Rosario, hermanos de 32 y 33 años, respectivamente, que se dedican a la caza de caimanes en el río Grande de Loíza.
Michael Jesús Díaz Rosario (izq.) y Carlos Jesus Díaz Rosario, hermanos de 32 y 33 años, respectivamente, que se dedican a la caza de caimanes en el río Grande de Loíza. (Carlos Giusti/Staff)

En estas aguas viven monstruos. El río está plagado de criaturas más antiguas que la humanidad y que la historia. Pequeños pares de ojos que se asoman tímidamente sobre la superficie son la única prueba notable de su presencia: brillan, como reflectores, bajo la luz de las estrellas mientras sus cuerpos flotan, inmóviles.

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