Por los pasados siete años, Joel Pellot Cestero ha corrido por los pasillos de los hospitales que forman parte del complejo del Centro Médico de Río Piedras. Desde el Hospital Pediátrico hasta las salas del Hospital de Trauma, pasó innumerables noches en vela y unos cuántos meses en los que no vio la luz del sol, como parte de su preparación para completar la meta que se propuso poco después de comenzar a estudiar su bachillerato: ser un neurocirujano.