Nota del editor: te invitamos a mantenerte bien informado. Accede libre de costo a las noticias y actualizaciones relacionadas con la tormenta tropical Ernesto. Gracias por apoyar el periodismo responsable. Suscríbete hoy.

---

Hasta la plaza López Sicardó, en Río Piedras, decenas de personas sin hogar y en necesidad -de diversas edades- llegaron este martes en busca de alimentos, servicios médicos y artículos de higiene necesarios, ante la llegada próxima de la tormenta tropical Ernesto.

Guadalupe Báez, de 59 años, participó de la actividad de la que se enteró por otros de los participantes, quienes la buscaron al apartamento en el que vive sola, en un residencial aledaño al área, porque “no tenía comprita”. Como la mujer, también asistieron personas de todas las edades, con y sin hogar, en preparación al fenómeno atmosférico.

La coordinadora del programa de Desarrollo Comunitario de La Fondita de Jesús, Glory Rodríguez Cortés, explicó que estas ferias de servicios se realizan dos veces al mes y trabajan a base de las necesidades de los participantes. Por ello, los alimentos que se entregan no requieren cocción.

Asimismo, por la inminencia de la tormenta, entregaron capas, frisas térmicas, una lámpara solar, y orientaron sobre refugios cercanos al área. También, contaron con la unidad móvil de La Fondita, que está preparada para ofrecer servicios médicos básicos.

“Nuestro médico hace evaluación general, da medicamentos OTC (”over the counter” o sin receta), curación de heridas o atiende cualquier duda, pregunta, inquietud que tengan los participantes. También, estamos entregando ‘kits’ de Narcan para prevenir sobredosis por opioides. Y tenemos el psicólogo para que las personas puedan ventilar”, detalló Rodríguez Cortés, sobre los servicios disponibles en la feria en que también colaboró la organización Direct Relief.

Los participantes también fueron orientados y se les proveía material educativo sobre la Ley 130-2007, bajo la cual “se le garantizan unos derechos básicos a las personas sin hogar, por ejemplo, servicios médicos, hospital, servicios gubernamentales y de servicios sociales”, detalló Darving Irizarry, colaborador de equidad y justicia social de La Fondita de Jesús.

Irizarry explicó que la población principal de personas sin hogar está entre el grupo de 35 a 44 años, son hombres y están experimentando el sinhogarismo por primera vez. No obstante, se está viendo un aumento en las personas jóvenes, de entre 18 y 24 años, y en familias con menores de edad.

El Nuevo Día observó desde adultos mayores hasta personas jóvenes que procuraban los recursos, algunos, incluso, con necesidad aunque tuvieran una residencia en la que pernoctar.

No todos corrían con la misma suerte. Tal fue el caso de una mujer de 36 años, que solicitó no ser identificada y quien tuvo un historial de uso y abuso de sustancias, pero aseguró que hace cuatro años está rehabilitada. No obstante, su esposo aún no lo está, y dijo que no lo va “a abandonar”.

La fémina, quien indicó que es egresada de la Universidad de Puerto Rico, sostuvo que “es bien duro estar en la calle, pensar dónde duermo, qué voy ha hacer”. Asimismo, aprovechó para vindicar las preconcepciones que parte de la población tiene sobre las personas sin hogar: “Nos marginan, pero muchos venimos de buenas familias, no ricos, pero de gente con valores y principios, que nos gustó la calle y cogimos la calle. Pero somos gente con educación, gente buena, no todos somos malos”, verbalizó.

La próxima feria de servicios de la Fondita de Jesús y Direct Relief está pautada para el 27 de agosto, en la Plaza de la Convalecencia, en Río Piedras.