Con birretes decorados con palabras de ilusión por el futuro y alivio por lograr lo que parecía imposible, discursos a favor de la autonomía universitaria y los derechos humanos, y abucheos y protestas contra el presidente interino de la institución, más de 2,300 estudiantes se graduaron este jueves en la ceremonia de la Centésima Vigésima Colación de Grados del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

Abucheos y consignas de “lucha sí, entrega no” interrumpieron el discurso del presidente interino de la UPR, Miguel Muñoz, ante miles de estudiantes y familiares en el Coliseo José Miguel Agrelot. Mientras departía, muchos de los graduandos se levantaron de sus asientos y le dieron la espalda a la tarima, en protesta silenciosa.

Pero el silencio no duró mucho; la voz de Muñoz se perdió entre el ruido de los aplausos cuando una persona en el público gritó: “La UPR no se vende”. Muñoz intentó hacerse escuchar entre los coros de protesta, expresando: “Defiendan con esa misma energía en la calle a la Universidad de Puerto Rico, porque las voces para insultar y ofender sí sobran, pero las nuestras están para defenderla”.

Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia se dio durante el discurso de la doctora Gloria Díaz Urbina, decana de Estudiantes, quien hizo un llamado a proteger la autonomía universitaria y defender los derechos de la comunidad inmigrante en Puerto Rico, ante las políticas de la administración de Donald Trump.

“En este momento tan difícil, en el que prevalecen juicios detractores y decisiones equivocadas e injustificadas hacia los inmigrantes, hermanos que buscan un mejor presente y un futuro alentador, tenemos que reclamar desde cada rincón en este país y proteger el derecho a la educación para ellos y ellas, porque ellos también enriquecen y aportan con su conocimiento y su cultura a nuestro entorno”, esbozó Díaz Urbina, ante el aplauso estrepitoso de los presentes, y mientras ondeaban en la tarima las banderas de República Dominicana y Haití.

Por otro lado, la doctora Angélica Varela Llavona, rectora del recinto riopedrense, aprovechó su discurso para agradecer el respaldo abrumador que recibió durante el reciente proceso de consulta para la presidencia en propiedad de la UPR, a la que aspiraba.

“Haber contado con el respaldo de tantos sectores, senados académicos, estudiantes, colegas y personal universitario fue realmente, para mí, un honor profundo que atesoro para el resto de mi vida y con mucha humildad. Aunque el desenlace no reflejó ese respaldo, sigo firme en mi compromiso con esta institución, con sus principios y con cada uno de todos ustedes”, resaltó.

Zayira Jordán Conde, quien fue seleccionada como presidenta en propiedad de la UPR el pasado sábado –y que asumirá el puesto el 1 de julio–, a pesar de no contar con el respaldo de la comunidad universitaria, no asistió al acto.

Para las estudiantes Adriana Nieves y Kiara Román, de 24 y 23 años, respectivamente, graduarse es un “alivio” ante el panorama incierto que enfrenta el primer centro docente del país por los recortes presupuestarios, las controversias por las violaciones a la autonomía universitaria, la amenaza de cierres de programas e, incluso, de recintos.

“Desde mi perspectiva, se siente un alivio (graduarse), porque, por lo menos, mi concentración, que es de Humanidades, que sabemos que es una de las áreas que está más en riesgo con todo esto de los cierres de cursos, etcétera, pues, es un alivio porque es como que me salvé. Pero, aun así, bien empática ante otros estudiantes que aún no se gradúan, que aún están en estas concentraciones tan esenciales como Humanidades. Simplemente, empática dentro de todo”, expresó Román, graduanda de Escritura Creativa y Recursos Humanos.

A pesar de las dificultades, ni Román ni Nieves –graduanda de Lenguas Modernas– se arrepienten de escoger a la UPR como su centro de estudios.

“Tengo ese alivio también de lo que pude lograr, porque cada año se habla de recortes, cortar programas, cerrar recintos o despedir profesores. Pero me da mucha tristeza, un lugar tan especial para los puertorriqueños en general, casi todos los profesionales de la isla se generan aquí”, expresó Nieves. “Me da pena la gente que se pudo haber asustado o algo y decidió no estudiar en la UPR, porque la UPR cambió mi vida”.

Mientras, Alma Burgos, de 24 años y graduanda de Lenguas Extranjeras, sostuvo que su meta es mudarse de Puerto Rico, pues entiende que el país no le brinda las oportunidades profesionales para tener un buen futuro.

“Doy gracias que me estoy graduando en este momento, porque no voy a tener que lidiar con eso”, expresó Burgos, en referencia a los desafíos adicionales que se anticipan para la UPR. “Estoy orgullosa de haber estudiado aquí, pero, a la vez, fue bien difícil, se hizo bien cuesta arriba, y sé que hay personas que la están pasando peor, que se están graduando ahora o no saben cuándo se van a graduar”.

Durante la ceremonia, en la que se graduaron 2,378 estudiantes, se otorgaron 164 doctorados, 460 maestrías, 1,608 bachilleratos, 128 Juris Doctor, 14 maestrías en Derecho y cuatro certificados posbachillerato. La facultad con más candidatos a graduación fue la de Ciencias Sociales (515), seguida por Ciencias Naturales (479), Humanidades (340), Administración de Empresas (340), Educación (232), Comunicación e Información (166), Derecho (142), Arquitectura (124), Planificación (28) y Estudios Generales (12).

Se otorgó el primer grado conjunto en Planificación y Arquitectura, así como los primeros grados de maestría en Ciencia de Cómputos; cuatro dobles titulaciones en Derecho de la UPR y de la Universidad de Barcelona; dos grados conjuntos de Juris Doctor y Maestría en Administración de Empresas; y cuatro grados conjuntos de Juris Doctor y Maestría en Administración Pública.

Además, en el evento desfiló la primera clase –de 17 estudiantes– de maestría en Gerencia de Proyectos de la Escuela de Arquitectura, y la primera clase –de 26 estudiantes– del Programa de Capacitación en Trabajo Social (Becas Título IV-E) de la Facultad de Ciencias Sociales, en alianza con el Departamento de la Familia.