Aibonito - Una menor que presenció el momento en que fue asesinada Gabriela Nicole Pratts Rosario, de 16 años, durante un altercado en el desvío Roberto Colón en Aibonito, declaró este viernes en la vista preliminar contra una de las imputadas, Elvia Cabrera Rivera.

Se trata de una menor identificada por las siglas de M.A.R., hermana paterna de una de las imputadas, Anthonieska Avilés Cabrera, quien dijo que presenció cómo Avilés Cabrera apuñaló a Pratts Rosario y luego se levantó manchada de sangre.

A preguntas de la fiscal Silda Rubio, la testigo narró que el 10 de agosto participó en una actividad de baloncesto en la plaza pública, y luego se trasladó al negocio de bebidas llamado “Martínez”, donde Cabrera Rivera trabajaba como bartender, junto a otra de sus hermanas.

Durante ese tiempo, explicó, intercambió mensajes con su hermana Fabiola, de 21 años, quien le comentó que tuvo un problema con su cuñado. “Eso era lo que estábamos hablando. Estábamos escribiendo”, indicó la testigo.

Añadió que su hermana le indicó que le avisaría cuando bajara del lugar donde se encontraba, mientras ella se trasladó hasta un negocio cercano conocido como “El Maestro”. Relató que, en un momento, sostuvo una discusión con su hermana durante una llamada.

Señaló que la discusión con su hermana surgió a raíz de sus actitudes y de su relación de pareja. Luego de ese intercambio, empezando las 11:00 p.m., se dirigió al desvío Roberto Colón acompañada de su pareja y de una amiga de esta.

Relató que, una vez en el lugar, su hermana Fabiola comenzó a hacerle preguntas a su pareja, aunque era ella quien las respondía. Indicó que, en medio de la situación, su hermana la golpeó en el rostro, provocándole sangrado en la boca porque tenía frenillos dentales.

“Yo le di (golpeé) para atrás. (Luego) Elvia me agarra por el brazo y me dice: ‘Tate tranquila, que tú tienes razón’”, relató la testigo, quien añadió que Anthonieska la limpió, mientras otra persona pidió que no intervinieran en la pelea, recordándoles que eran hermanas.

Acto seguido —relató— ambas se calmaron, pues nunca antes se habían faltado el respeto. Luego se dirigieron hacia un área cercana donde había un poste, cuando observó, presuntamente, a la madre de Gabriela con una cerveza en botella (Heineken) en las manos.

“No me enfoco en ella porque ningún problema iba a pasar. El único problema era entre mi hermana y yo. Mi hermana seguía haciéndole preguntas a mi pareja”, dijo la testigo, antes de relatar la trifulca que se formó en el lugar, que involucró a otras de sus hermanas.

En esa línea, detalló cómo había, al menos, cuatro personas peleando en el lugar, entre ellas, presuntamente, la madre y la hermana de Gabriela. “Cuando miro estaba Lela (Gabriela) y Antho (Avilés Cabrera) en el piso. Lela estaba acostada flat en el piso“, agregó.

“Estaba acostada completamente boca arriba y Antho está arrodillada frente a ella”, dijo. “Empecé a dar patadas donde estaban ellas dos”, dijo la menor, quien mencionó que, en ese momento, no observó nada, pero luego “vi que un objeto se cayó”.

“Antho puso la mano encima del objeto, para taparlo diría yo”, mencionó. “Empiezo a arrastrarme hacia atrás, choqué con mi pareja y le dije desesperadamente que me parara”, indicó la testigo, a pesar de las objeciones de la defensa.

“Ahí Antho cogió el objeto hacia el hombro, el punzante, era como un bolígrafo, lo único que logré ver fue la punta”, aseveró la testigo, quien dijo que tenía miedo. “Después lo alza hasta el hombro (Anthonieska) y lo apuñala hacia Lela (Gabriela)”, comentó en sala.

Mientras esto sucedía, afirmó que Gabriela no hacía nada mientras yacía en el piso. Sin embargo, afirmó, que Anthonieska, presuntamente, apuñaló a la víctima por el área de la cintura. “(Luego), Antho se para, estaba llena de sangre, y va a donde Elvia y le dijo desesperadamente: ”‘Y ahora, ¿qué hago?’”.

Tras la agresión, la menor relató que escuchó a alguien gritar: “¡La nena, la nena!”. “Ahí es cuando se dan cuenta de que la nena (Pratts Rosario) está en el suelo y la recogen”, añadió la testigo, quien indicó además que, tiempo después, vio a Elvia marcharse del lugar.

Durante el contrainterrogatorio, el licenciado Jesús Ramos Puca, representante legal de Cabrera Rivera, intentó establecer con su línea de preguntas que la testigo no vio a su clienta participar en el incidente en el que falleció la adolescente de 16 años.

De otro lado, Betzaida Caratini Ortiz, de 48 años, otra testigo que presenció los hechos, reveló que las imputadas estaban esa noche “agitadas”. Indicó que Gabriela se metió en la pelea para “defender a su hermana” y que estaba “intentando separarla”.

Acto seguido, aseguró que vio cómo Elvia metía la mano en un bolso y sacaba un objeto, el cual entregó a su hija Anthonieska. Posteriormente, afirmó que vio como Anthonieska comenzó a darle puños a Gabriela. “Yo me quedé prácticamente congelá”, mencionó.

“En ese momento, llega un carro rojo, empiezan a gritar: ‘ya, ya’. Cuando yo me volteo, ella (Gabriela) estaba en el piso... Anthonieska se va corriendo”, dijo. “Ahí yo gritó: “¡La nena, la nena!”“, añadió la testigo, quien explicó cómo socorrió al otro menor herido.

“Le hago presión porque estaba botando mucha sangre... Un nene me dijo que tenía un paño”, afirmó durante el interrogatorio del fiscal Orlando Velázquez.

Además de las dos testigos, el Ministerio Público llamó a declarar al agente Jorge H. Torres Torres, técnico de escenas del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) de Aibonito.

En un relato corto, el agente confirmó que fue el servidor público encargado de tomar, el 18 de agosto, las fotografías aéreas y generales en el desvío. Las imágenes se tomaron una semana después de que se reportara el horrendo crimen en el municipio.

Velázquez confirmó que el arma homicida no ha sido recuperada, y que el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) evaluó “otras evidencias, incluyendo ropa”. El funcionario declinó entrar en detalles sobre la evidencia mencionada.

Más temprano, la defensa de Anthonieska insistió en la posposición de la vista preliminar, una petición que fue acogida, ya que no había tenido la oportunidad de entrevistar a su representada, debido a que había sido declarada inicialmente no procesable.

Ante la jueza Marielem Padilla Cotto, del Tribunal de Aibonito, la licenciada Rocío Revelles, representante legal de Anthonieska, explicó, además, que se enteró esta semana que el Ministerio Público presentó una moción con nuevos testigos.

“No hemos tenido oportunidad de hablar con nuestra representada sobre los hechos del caso”, dijo la licenciada, quien mencionó que la solicitud no surgió porque la defensa quiera “alargar los procesos”, sino por todo lo que ha ocurrido en el notorio caso.

Inicialmente, se determinó que se celebraría una vista preliminar conjunta para ambas imputadas. La vista se pospuso para hoy, viernes, para dar espacio a que la joven fuera evaluada nuevamente por un psicólogo clínico sobre su procesabilidad.

En esta ocasión, sin embargo, las dos vistas preliminares no se podían posponer porque, según explicó Padilla Cotto, el término dispuesto en las Reglas de Procedimiento Criminal para llevar a cabo la vista preliminar contra Cabrera Rivera vencería el próximo domingo.

Según la Regla 64 de Procedimiento Criminal, la defensa de Cabrera Rivera podía solicitar, una vez venciera el término, la desestimación del caso porque su representada cumpliría 30 días o más en la cárcel sin la celebración de la vista preliminar.

A esos fines, se determinó que la vista preliminar de Anthonieska quedaba pospuesta, mientras que la de Elvia continuaría en la tarde de este viernes.

De otro lado, el Ministerio Público entregó a los abogados prueba “que le pudiese servir a la defensa”, pero “que no es prueba exculpatoria”.

A esos fines, en el caso de Anthonieska se celebrará una vista, de entenderse necesario, el 28 de octubre a la 1:30 p.m. para discutir esa prueba. También habrá una vista de estatus para fijar las próximas fechas de vista preliminar en el caso de la mencionada joven.

Más temprano esta semana, el psicólogo José Malavé encontró que la joven puede entender el proceso judicial y cooperar con la defensa. Por tanto, fue trasladada desde el Hospital Psiquiátrico de Ponce hasta el Centro Médico Correccional en Bayamón.

“Nuestros fiscales están preparados para desfilar la prueba contra ambas imputadas para que se le haga justicia a Gabriela Nicole Pratts”, dijo la secretaria del Departamento de Justicia, Lourdes Gómez Torres, en declaraciones escritas tras dicha determinación.

Además, el caso ha generado controversia por la evaluación física general realizada la semana pasada por el pediatra y actual secretario del Departamento de Salud, Víctor Ramos, una información que trascendió el pasado miércoles durante una vista de estatus.

Precisamente, la defensa de la joven -integrada por Revelles y Athelyn Jiménez- confirmó que están evaluando la situación y que todavía no han determinado si van a presentar algún recurso para impugnar la evaluación que hizo el secretario.

Mientras, la Fiscalía dio por cerrado el tema.

El pasado miércoles, la secretaria de Justicia indicó que la evaluación no fue coordinada por su agencia, pues le correspondía a la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Addicción (Assmca).

“El secretario de Salud, como jefe de la instalación hospitalaria en la que se encontraba la imputada, y en función de la especialidad de pediatría que posee y ante la necesidad de este tipo de especialista en ese momento, pues hubo más de cinco intentos infructuosos para obtener un pediatra que la evaluara, hizo una evaluación estrictamente física de la imputada, lo cual está facultado para hacerlo”, dijo.

Ambas imputadas enfrentan un cargo por asesinato en primer grado, al amparo del Artículo 93(a) del Código Penal, y otro por violación al Artículo 6.06 de la Ley de Armas, específicamente por uso de arma blanca.

Tras examinar la prueba presentada por la Fiscalía de Aibonito, la jueza Valerie Telles halló causa para arresto y les impuso una fianza de $1 millón -$500,000 por cada cargo- a cada una de las imputadas, siendo ingresadas a una institución correccional en Bayamón.

El crimen se reportó a las 12:00 a.m. del 11 de agosto, cuando las autoridades fueron alertadas sobre de un incidente ocurrido cerca del desvío Roberto Colón, intersección con la carretera PR-14, en Aibonito.

Según información preliminar, una llamada recibida desde una institución médica alertó a la Policía dos menores de 16 años (una mujer y un hombre) que habían llegado al lugar con heridas de arma blanca.

La Uniformada confirmó en aquel momento que Pratts, residente de Aibonito, falleció debido a las heridas recibidas, mientras que el otro joven herido fue evaluado y se encontraba en condición estable.

Las autoridades han confirmado que el incidente fue el desenlace de un altercado que surgió aquella noche y que más personas enfrentarán cargos. Al momento, esto no ha ocurrido y la investigación sigue en curso.