


El mensaje pronunciado ayer por el presidente Donald Trump fue una reafirmación de un estilo de liderazgo que ya define una nueva era en Estados Unidos. Su contenido — que bien pudo haber sido parte de un comunicado de prensa o incluso un tuit o texto en un correo electrónico — se presentó como una ilusión del momento económico hablando de inflación, aranceles, y dirección general del país. Pero más allá de los temas, el discurso fue muestra clara de cómo se gobierna cuando el poder se ejerce desde la división: nosotros contra ellos, ganadores contra perdedores, leales contra enemigos.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: