

Imagine comprar un televisor que deja de funcionar perfectamente dos años después de adquirirlo, o un celular cuyo sistema se vuelve lento justo cuando sale el modelo más reciente. Esto no es casualidad. Es lo que se conoce como obsolescencia programada, una estrategia diseñada por fabricantes para que sus productos tengan una vida útil intencionalmente corta. Esta práctica, lejos de ser una teoría conspirativa, ha sido denunciada por expertos en consumo, ambientalistas y hasta por gobiernos europeos que ya han legislado en su contra.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: