Al tipificar estorbos públicos como ‘utilidad pública’ y privatizar el proceso de expropiar ‘al wipipío’, de facto se ha abierto la puerta a posibles timos a ciudadanos, escribe Roberto Carrasquillo
Al tipificar estorbos públicos como ‘utilidad pública’ y privatizar el proceso de expropiar ‘al wipipío’, de facto se ha abierto la puerta a posibles timos a ciudadanos, escribe Roberto Carrasquillo
Este medio reseñó la noticia sobre una persona que, haciéndose pasar por corredor de bienes raíces, timó a un comprador al venderle un estorbo público. Ese fenómeno tiene varios ángulos preocupantes e indeseados. Uno de estos ángulos es el histórico fracaso de los municipios en atender el mal social de propiedades abandonadas. Estas son tentaciones para “personeros” como el que pretendió pasarse de listo y al final fue arrestado.
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