El pasado sábado, los puertorriqueños pudimos presenciar un momento único en la historia del deporte boricua; por primera vez se escuchaba “La Borinqueña” en unas Olimpiadas. La emoción que sentimos todos ante el triunfo de Mónica Puig al obtener la medalla de oro representando a Puerto Rico unió todo un pueblo detrás de su campeona olímpica.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
No es la medalla, es el ejemplo que da Mónica
The opinions expressed in this article are solely those of the author and do not reflect the views or beliefs of El Nuevo Día or its affiliates.






